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Berruhet :La rentabilidad del sector agropecuario “está fuertemente afectada”

El sistema de alta presión impositiva, retenciones a las exportaciones, inflación de costos y atraso cambiario “son variables que afectan seriamente al sector agropecuario”, advirtió el presidente de la Cooperativa Agrícola, Ganadera y de Servicios Públicos Aranguren Limitada (Coopar), Felipe Berruhet. “La rentabilidad del campo está seriamente afectada. Si queremos pensar en serio, habría que ser más integrales a la hora de proponer medidas económicas”.

Berruhet afirmó que el sector agropecuario “está siendo afectado por dos aspectos: el primero, las retenciones, una vieja protesta, y el otro, el atraso cambiario. Esas dos variables nos están colocando en una disyuntiva muy difícil, desde el punto de vista económico”.

Sobre este último aspecto, Berruhet puso como ejemplo el caso de la soja: “en este momento se está cobrando con un dólar de 3,80 pesos, cuando hay que compararlo con el oficial de 5,50 pesos y un paralelo de 9. Eso hace que los precios, desde el punto de vista internacional, no sean tan malos, pero en lo local, son asfixiantes. Nos dejan fuera de foco en el tema económico”, fustigó.

El contador sumó el sistema de alta presión impositiva que los estados nacional, provincial y municipal ejercen sobre el campo. “Si no estamos en rentabilidad negativa, por lo menos, tenemos rentabilidad cero”.
Consultado si considera que el gobierno nacional modificará en los próximos dos años el sistema de presión impositiva, retenciones a las exportaciones, inflación de costos y atraso cambiario, Berruhet opinó: “esta gestión no tiene una vocación de diálogo con el sector, así que no esperamos grandes soluciones. Hace varios años que intentamos dialogar con los funcionarios para explicarles cuál es la realidad del sector, y a esta altura no sabemos si no la quieren entender, o no la entienden…”, ironizó.

El profesional manifestó que esa situación lleva al sector a preguntarse qué sucederá, pero aclaró: “lo que pasará es lo que está ocurriendo en este momento. Tendremos que retraernos y sobrevivir a una nueva crisis, como a las que ya nos tiene acostumbrados la dirigencia política y económica argentina. Así, sembraremos menos maíz, menos soja, menos trigo, no en superficie pero sí en calidad; se utilizarán menos fertilizantes y habrá menor tecnología, hasta que veamos que se entiende el reclamo, o hasta que el gobierno se dé cuenta que no es el camino por el cual podemos sobrevivir”.

-¿Cuál será el costo que pagará el país por tener paralizada a esta fuerza emprendedora?

-Es difícil hacer un cálculo en números, aunque sí una estimación. El campo es el principal motor de la economía e involucra a muchas personas. Estamos insertos en una región agrícola-ganadera y somos el sector que empuja al resto de la economía. Si le ponés palos en la rueda, los demás sectores que reciben su impulso comienzan a resentirse. Si el campo se contrae, baja sus niveles de inversión y de riesgo, y no derrama sus ingresos, la economía se resentirá porque se frena ese aporte.

Devaluación, aunque suene feo

Tras analizar la situación y repasar las variables enunciadas, Berruhet afirmó que “aunque suene feo, vamos derecho hacia una devaluación. Se puede hacer ordenada, programada, caótica…es una decisión que tendrán que tomar las autoridades. Y aclaro: no es que personalmente esté de acuerdo con una devaluación, aunque sí digo que la economía sí o sí te pasa factura cuando las cosas no se hacen bien. Este esquema económico es insostenible en el tiempo, y para que se pueda mantener, una de las variables es realizar una devaluación, que volverá a poner en competitividad al sector agropecuario, que es el que se relaciona con el sector externo. Otra vez habrá mayor cantidad de pesos por cada tonelada de soja que se venda, lo que hará que ese dinero se derrame una vez más sobre la economía”.

Una campaña con pocas expectativas

Berruhet adelantó lo que pasará en la próxima campaña de granos gruesos, en particular con el maíz: “los costos en dólares de los insumos, de las semillas, de los arriendos, del combustible, lo hacen inviable como cultivo. Que un país como Argentina tenga una baja en el cultivo del maíz, resiente el resto de la economía porque afecta todo lo que está relacionado. Hay muchas industrias ligadas a este grano que sufrirán la consecuencias”, vaticinó.

Con este panorama, la campaña se vislumbra complicada: “habrá una superficie de siembra significativamente menor, aunque no se puede dimensionar en cuánto. Sabemos que hay caída (de la superficie a sembrar) y sabemos que será grande, pero no podemos precisar en números en qué orden estará”.

La desconexión entre el gobierno y el campo

El titular de Coopar observó que para el gobierno nacional, “el campo no es un actor económico, ni de relevancia, porque no lo tiene en cuenta. En la Mesa de Diálogo a la que llamó la presidenta (Cristina Fernández) parece que somos los ‘suplentes’. Es lamentable que vuelva a existir tamaña desconexión entre el gobierno que maneja el país y el principal sector económico. Como comúnmente se dice, ‘están matando la gallina de los huevos de oro’. Es como si Alemania se peleara con la industria automotriz o si Japón despreciara la informática. El sector más importante en la generación de dólares para el país no es tenido en cuenta por la jefa de Estado. Estamos complicados, y esa circunstancia, al campo le hace mal”.

Berruhet no cree que “el enredo que existe en la economía se solucione sólo bajando las retenciones. También hay que pensar que debe existir un mejoramiento de la cotización del dólar oficial, una reestructuración de la presión impositiva, una baja en las retenciones, un mercado de granos más transparentes, infraestructura vial y ferroviaria que permita bajar los costos; es la suma de variables lo que mejorará la situación. Si queremos pensar en un país en serio, tendríamos que ser más integrales a la hora de proponer medidas económicas”, opinó.

Fuente : AIM

 

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