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El valor de la libertad en el cooperativismo

por Pedro Aguer para Mundo Rural 

Adhesión libre y voluntaria. Uno de los principios de la cooperación según los Probos Pioneros de Rochdale.

Ello quiere decir que para ser miembro de una cooperativa lo primero es valorar la libertad, tanto para ingresar como para abandonar la empresa solidaria, que es además igualitaria, democrática y equitativa.

En la entidad se debe actuar con entera libertad, respetando el estatuto social y observando los principios doctrinarios.

La libertad es un derecho inalienable que caracteriza, fundamental y esencialmente, la vida de toda cooperativa.

Ello permite al asociado enriquecerse en su formación como cooperativista.

Defender la libertad de expresión es uno de los preceptos básicos, tanto en las asambleas como a través de los medios de comunicación que se empleen para la interrelación en el movimiento, especialmente en los periódicos que en su consecuencia se impriman.

Otros principios son la educación y el que se ha incorporado recientemente por la ACI, el de preocupación por los problemas de la comunidad.

Sin embargo hemos visto que han sucedido hechos dentro en los que se han transgredido los principios, como por ejemplo el absurdo traspaso de naturaleza jurídica: se han transformado cooperativas en SA. Ante lo cual el movimiento ha demostrado una casi absoluta indiferencia.

Lo más reprochable es que algunos periódicos han guardado silencio o se han negado a reproducir opiniones condenatorias a tal atropello jurídico e institucional sufrido por cooperativas hermanas, con el pretexto de conservar una relación amigable con el poder de turno.

Por cierto que no se deben provocar relaciones enemistosas, pero cuando desde el gobierno se avanza sin respetar los principios del movimiento, es un deber hacer saber que por lo menos no se aprueba tal actitud.

Pues el que calla otorga.

La neutralidad política no implica indiferencia ante los sucesos que directa o indirectamente afectan la esencialidad de la doctrina y las leyes vigentes.

El compromiso de un cooperativista con la libertad es inherente a su condición de tal.

Las opiniones son el aporte con que nos comprometemos en la crítica constructiva necesaria para mejorar corrigiendo o evitando nuevos errores.

Es el camino hacia la independencia del movimiento cooperativo de toda ingerencia partidaria y del gobierno de turno, que no gobierna para todos, y que por cierto no es el Estado, que sí es de todos.

El deber del Estado es transitar el camino de la Constitución, no pretender obediencia, u obsecuencia, cuando los que gobiernan no se comportan según los postulados de la democracia y los valores de la república, cualquiera sea el signo político que lo administre.

Una cooperativa bien consolidada en los principios y en su institucionalidad no debe obligación alguna al gobierno, sino simplemente recibir del Estado lo que éste tiene como obligación de aportar en función del fomento, protección, estímulo y difusión del cooperativismo.

Decimos esto para contribuir al fortalecimiento del cooperativismo, que en manos de obsecuentes y timoratos corre riesgos imprevisibles. El más peligroso es que los asociados pierdan la conciencia cooperativista por falta de credibilidad.

A las cooperativas no las perjudican tanto los ataques de afuera como las traiciones de adentro. Cooperar quiere decir compartir, y compartir no sólo es recibir sino también dar, luchar juntos por los mismos ideales.
Con cada vez más educación resplandecerá más la libertad en el cielo custodiada por el arco iris de la pluralidad.

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