Los tamberos entrerrianos tienen un gran desánimo que se refleja en un retroceso notorio de la actividad , aún así todavía quedan algunos pocos productores que apuestan a seguir, con aporte de genética y tecnología pero lamentablemente hay otros casos extremos que deciden dejar de producir leche. Según informó la Cámara de Productores de Leche de Entre Ríos (Caproler) en los últimos días cerraron dos tambos medianos de nuestra provincia.
Sin lugar a dudas el cierre de tambos es el símbolo de una crisis recurrente y lo peor de todo es que sabemos que en este contexto esta sangría de tamberos que deja la actividad seguirá existiendo.
La imposibilidad de crecer desanima a los tamberos que terminan cerrando por cansancio o peor aún por la falta de una nueva descendencia en la familia que se haga cargo de tambo que seguramente venía de generación en generación ,pero la realidad es que los jóvenes emigran porque la actividad que por excelencia genera arraigo , no es rentable .
En un diagnóstico generalizado varios son los factores arrastraron al tambero a padecer esta situación , entre ellos :
– El valor internacional de la leche en polvo y la casi imposibilidad de exportación ha provocado una baja importante en la recepción de materia prima de algunas industrias, lo que se traduce en inestabilidad en la remisión de leche por los productores.
– El precio de la materia prima desde principio de año ha mostrado un comportamiento de marcada oscilación en la cuenca provincial, aunque no generalizada a todas las industrias. En la góndola los lácteos siguen aumentando.
– Existe en el sector primario una gran incertidumbre por pronósticos de baja en los precios de la materia prima en tranquera de tambo y otros factores que impiden producir con una planificación en el mediano plazo a quienes siguen en el sistema.
– Hay además una sequía manifiesta para la época del año, con mínimas precipitaciones en algunas zonas. Lo que también afecta la producción
Caproler informó los precios pagados al productor por litro de leche a tranquera de tambo en los dos ultimos meses y pudimos observar que se registra una leve baja casi inexplicable cuando comprobamos que los lácteos en góndola no paran de subir, pero claro la agenda es mucho más compleja que la quimera de asegurar un precio justo, estable y rentable.
Está claro que necesita otro contexto para que los productores puedan progresar , pero por ahora sin políticas adecuadas la actividad sigue empeorando, con una concentración que se acelera con el consecuente doloroso goteo de tamberos que ya no estarán en la cancha para hacer un Argentina distinta.
Rosario Perrière
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