Dios en la Tierra

Hoy es fiesta de San Ramón Nonato, patrón de las embarazadas y parturientas

Viernes de la vigésima primera semana del tiempo ordinario. Hoy se celebra a la Virgen de las Lágrimas, que llora e intercede por el mundo. El santoral recuerda a San Ramón Nonato .Comentario del día : San Antonio de Padua «¡Que llega el Esposo!» Evangelio según San Mateo 25,1-13.

Por eso, el Reino de los Cielos será semejante a diez jóvenes que fueron con sus lámparas al encuentro del esposo.

Cinco de ellas eran necias y cinco, prudentes.

Las necias tomaron sus lámparas, pero sin proveerse de aceite,mientras que las prudentes tomaron sus lámparas y también llenaron de aceite sus frascos.

Como el esposo se hacía esperar, les entró sueño a todas y se quedaron dormidas.

Pero a medianoche se oyó un grito: ‘Ya viene el esposo, salgan a su encuentro’.

Entonces las jóvenes se despertaron y prepararon sus lámparas.

Las necias dijeron a las prudentes: ‘¿Podrían darnos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se apagan?’.

Pero estas les respondieron: ‘No va a alcanzar para todas. Es mejor que vayan a comprarlo al mercado’.

Mientras tanto, llegó el esposo: las que estaban preparadas entraron con él en la sala nupcial y se cerró la puerta.

Después llegaron las otras jóvenes y dijeron: ‘Señor, señor, ábrenos’,
pero él respondió: ‘Les aseguro que no las conozco’.

Estén prevenidos, porque no saben el día ni la hora.

Amén y ¡ adelante !

Hoy es fiesta de San Ramón Nonato, patrón de las embarazadas y parturientas

Se dice que San Ramón nació en una familia noble de España por el 1200. Se le dio el sobrenombre de “non natus” (no nacido) porque su madre murió en el parto, antes que él viera la luz. Por este hecho es tradicionalmente considerado patrón de las embarazadas, parturientas (las que van a dar a luz), parteras y recién nacidos.

Ingresó a la orden de los Mercedarios, comunidad que acababa de fundar San Pedro Nolasco con la misión de rescatar a los cristianos que los musulmanes tomaban como prisioneros. Después de dos o tres años de sus votos perpetuos sucedió al fundador en el servicio de “rescatador de cautivos”.

Fue enviado al norte de África con una gran suma de dinero y rescató a muchos esclavos. Cuando se le acabaron los recursos económicos, San Ramón Nonato se ofreció como rehén por la libertad de algunos prisioneros que se encontraban en una difícil situación y a punto de perder la fe.

Este sacrificio del Santo exasperó a los infieles y lo trataron con suma crueldad, pero no lo mataron porque el magistrado principal buscaba ganar mucho dinero con su rescate. San Ramón aprovechó el “trato humano” que le brindaban para poder salir a la calle, confortar a los cristianos y convertir musulmanes.

El gobernador al enterarse, lo condenó a morir empalado, pero por los intereses económicos, solo fue flagelado. Esto no desalentó al Santo, quien continuó ayudando y evangelizando. Como castigo se le azotó en las esquinas de la ciudad, le perforaron los labios con hierro candente y le pusieron un candado en la boca, cuya llave tenía sólo el gobernador.

Durante unos ocho meses San Ramón vivió en esta penosa situación hasta que San Pedro Nolasco pudo enviar a algunos miembros de la orden a rescatarlo.

San Ramón regresó a España por obediencia y más adelante fue nombrado cardenal por el Papa Gregorio IX. El Santo permaneció sencillo y no cambió ni sus vestidos, ni su pobre “celda” del convento de Barcelona.

Más adelante el Papa le pidió que fuera a Roma y emprendió el viaje como un religioso humilde. Al llegar a Cardona, a unos diez kilómetros de Barcelona, le sorprendió una violenta fiebre y partió a la Casa del Padre el 31 de agosto de 1240.

Hoy se celebra a la Virgen de las Lágrimas, que llora e intercede por el mundo

Hoy se celebra a la Virgen de las Lágrimas, una advocación que surgió en Siracusa (Italia), donde una imagen del Corazón Inmaculado de María derramó lágrimas de “dolor” y “esperanza” por el mundo, como resaltó San Juan Pablo II.

El hecho se produjo en 1953, en la casa del humilde matrimonio de Angelo Lannuso y su esposa Antonina Lucia Giusti, quienes tenían la figura mariana, de yeso con relieve, que colgaba encima del lecho matrimonial y que derramó lágrimas por cuatro días, entre el 29 de agosto y el 1 de septiembre.

La imagen era un regalo de bodas y, cuando lloró, la primera en verla fue Antonina que estaba embarazada de su primer hijo.

Los esposos videntes del milagro de las lágrimas. Foto: Santuario della Madonna delle lacrime

Según señala Famiglia Cristiana, las autoridades eclesiásticas fueron muy prudentes con lo ocurrido. El párroco Giuseppe Bruno llegó hasta la casa del matrimonio acompañado de varios expertos, entre los cuales estaba el doctor Michele Cassola, abiertamente ateo.

En el lugar, los expertos que serían luego parte de la comisión investigadora, también fueron testigos de las lágrimas de la Virgen. Luego de esto la imagen no derramó más lágrimas.

El líquido recogido fue sometido a diversos análisis que fueron comparados con lágrimas de un adulto y un niño de dos años y siete meses.

Cassola, que dirigía la comisión, no tenía explicación científica para lo que revelaron los estudios: el líquido derramado por la imagen mariana era efectivamente el que corresponde a las lágrimas humanas. El informe se dio a conocer el 9 de septiembre de 1953.

Tres meses después, el 12 de diciembre de 1953 día en que la Iglesia celebra a la Virgen de Guadalupe, los obispos de la región de Sicilia unánimemente declararon que efectivamente la imagen de la Madre de Dios había llorado.

El 17 de octubre de 1954, el Papa Pío XII se refirió a este hecho prodigioso y, en un radiomensaje al congreso mariano regional de Sicilia dijo: “¿Comprenderán los hombres el arcano lenguaje de estas lágrimas? ¡Oh las lágrimas de María? En el Gólgota eran lágrimas de dolor por Jesús y de tristeza por el pecado del mundo. ¿Todavía llora por las nuevas llagas en el Cuerpo místico de Jesús?”.

“¿O llora por tantos hijos en quienes el error y la culpa han extinguido la vida de gracia y ofenden gravemente la majestad divina? ¿O son lágrimas de espera por el regreso ya tarde de otros hijos, que un día fueron fieles y que ahora son arrastrados por falsos espejismos entre las huestes de los enemigos de Dios?”

La gran cantidad de fieles que iba a venerar la milagrosa imagen hizo que se edificara un santuario en 1968, que luego fue renovado en 1994. La consagración la realizó ese año San Juan Pablo II el día 6 de noviembre.

En el marco de su visita pastoral a Catania y Siracusa, el Papa peregrino dijo que las lágrimas de la Virgen “testimonian la presencia de la Madre Iglesia en el mundo”.

“Son lágrimas de dolor por cuantos rechazan el amor de Dios, por las familias separadas o que tienen dificultades, por la juventud amenazada por la civilización de consumo y a menudo desorientada, por la violencia que provoca aún tanto derramamiento de sangre, y por las incomprensiones y los odios que abren abismos profundos entre los hombres y los pueblos”, añadió.

El 5 de mayo de 2016, el Papa Francisco presidió la vigilia de oración “para secar las lágrimas” en el marco del Jubileo de la Misericordia, ocasión para la cual fue llevado el relicario de la Virgen de las lágrimas hasta el Vaticano.

En esa oportunidad, el Santo Padre resaltó que “al lado de cada cruz siempre está la Madre de Jesús. Con su manto, ella enjuga nuestras lágrimas. Con su mano nos ayuda a levantarnos y nos acompaña en el camino de la esperanza”.

Dos años después, el 25 de mayo de 2018, Francisco presidió nuevamente una liturgia en presencia del relicario con las lágrimas de la Virgen.

En la capilla de la Casa Santa Marta donde reside, el Santo Padre afirmó: “Han traído desde Siracusa la reliquia de las lágrimas de la Virgen. Hoy están ahí, y rezamos a la Virgen para que nos dé a nosotros y también a la humanidad, porque tenemos necesidad, el don de las lágrimas, que nosotros podamos llorar por nuestros pecados y por tantas calamidades que hacen sufrir al pueblo de Dios y a los hijos de Dios”.

Este año y en el marco del 65 aniversario del prodigio de las lágrimas, el Santuario de Siracusa ha elegido como tema de reflexión para los fieles “Por el llanto de la Madre todavía hay esperanza para los hijos”, tomadas de unas palabra del Papa Francisco pronunciadas el 4 de enero de 2017.

Este viernes 31 de agosto, la Misa solemne por el aniversario será presidida por el Arzobispo de Siracusa, Mons. Salvatore Pappalardo.

El Santuario Mariano de Siracusa recibe aproximadamente a un millón de personas que peregrina hasta ese lugar cada año.

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