Historia de nuestra tierra Río Adentro

La inundación de 1959: sus efectos en el sur entrerriano

Caracterizada por una verdadera maraña hidrográfica, las tierras entrerrianas presentan a mediados del siglo XX, rasgos productivos exclusivamente agro-pecuarios. La inundación de abril de 1959, considerada en la Argentina un “desastre nacional”, deja bajo las aguas una extensión que supera los 20.000 km2. Desde Concordia hasta el delta y durante tres meses, la provincia observa un continuo manto hídrico sobre tierras ricamente productivas. 

Sorprendidos por la situación, los pobladores afectados buscan protección en las zonas altas y en ciudades cabeceras de Departamento. El gobierno nacional, provincial y los municipales diseñan estrategias de auxilio con el concurso espontáneamente solidario de la población.

Aproximarnos a registros testimoniales escritos y orales, representativos de los que guarda aún la memoria colectiva, permite visualizar efectos socio-económicos producidos en el Departamento Gualeguaychú por la inundación del ’59, evaluada en ese tiempo, la de mayor envergadura en la historia hidrográfica regional.

“Este pueblo está hecho sobre un arenal, arriba de un médano.
Vinimos con la última creciente. Pensábamos quedarnos hasta que el agua bajara,
pero ya ve, el agua se fue y nosotros todavía estamos.
Hay tanto para hacer que siempre estamos ocupados.”
Luis Luján

1. Introducción

En la década del ’50 se inicia en la Argentina un proceso de recuperación agrícola, impulsado por el gobierno nacional desde medidas enunciadas en 1949, que demora en aplicar por las sequías de 1950 y 1952. Frente a la posibilidad de un nuevo conflicto mundial – Corea – se favorece la ganadería. El stock vacuno aumenta en 10 millones de cabezas en el lapso 1937 – 1960, privilegiando la cría de Abeerden Angus por el perfil exportador y Holando Argentino por la expansión láctea regional.

La inversión agropecuaria pampeana crece, estimulada por los buenos precios internacionales.

En 1956, Raúl Prebisch, Secretario General de la CEPAL , advierte al gobierno argentino sobre la conveniencia de favorecer los precios de los productos agropecuarios y su comercialización en nuevos y tradicionales mercados; difundir modernas prácticas de trabajo rural; alentar la producción tecnológica nacional y la importación de herramientas indispensables; disminuir costos de producción; capacitar y fortalecer la mano de obra; incentivar la producción de agroquímicos y proveer semillas de granos y forrajeras mejoradas, y optimizar la vialidad rural.

Para beneficiar al sector, se combinan políticas de créditos subsidiados con beneficios impositivos, y se impulsa la provisión de tecnología. Por el proceso de mecanización, disminución de superficies sembradas y paulatina eliminación de trabajo manual (ej. recolección, embolsado) desciende la mano de obra disponible en la región pampeana. Se busca trabajo en otras zonas agrícolas, o se aceptan actividades poco calificadas.

En 1957 comienza a funcionar el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), con el objetivo de incrementar rendimientos en las economías regionales.

En las unidades productivas aumenta la subdivisión de la tierra, advirtiéndose desconcentración sin dispersión y articulación económica de grandes estancieros terratenientes con pequeñas explotaciones chacareras. (Barsky y Gelman, 2001)

La provincia de Entre Ríos , con una población de 803.505 habitantes (5º lugar después de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza), presenta rasgos productivos esencialmente agropecuarios. Se advierte un marcado retroceso de las superficies sembradas si comparamos el lapso 1934-1938 con 1.450.000 has y el período 1956-1960 que registra 1.130.000 has., y acentuado despoblamiento del campo -44% en 1947 – 36% en 1960-. (Felquer- Bahler, 1962)

Entre los factores que explican el desaliento agrario, se señalan: a) presencia de numerosas plagas, b) insuficiente mecanización, c) métodos de trabajo vetustos, d) faltan silos, galpones y elevadores de granos, e) carencia de transportes adecuados y suficientes, f) precariedad vial, g) sequías prolongadas, h) inundaciones.

En la gestión del Dr. Raúl Uranga (1958-1961) se sanciona la Ley 4169 de Transformación Agraria. Se constituye el Consejo Agrario dependiente de la Dirección de Agricultura, que diseña nuevos planes de colonización, ofreciendo tierras a los hijos de agricultores y desalentando su emigración. Se tramitan aportes nacionales para extender la electrificación rural, los servicios telefónicos y la construcción de edificios escolares, con materiales prefabricados. Se diligencia con la Dirección Nacional de Vialidad la pavimentación de 600 kilómetros , acordándose con la 3ª División del Ejército la construcción de puentes y alcantarillas en las colonias y se adquiere equipamiento para vialidad provincial (Uranga, 1959).

Con la instalación de Agencias de Extensión Rural del INTA, se inician cultivos experimentales de viña, tabaco, algodón y remolacha azucarera. Gran expectativa genera el proyecto de alcanzar autonomía en la provisión azucarera.(1)

Mientras en el nordeste provincial se cultiva algodón, arroz, olivo, maní, girasol, en la zona centro-sur -con clima templado- avanza la producción frutícola y forestal. Se siembra en gran escala trigo, lino, maíz, arroz y en menor extensión avena, cebada, centeno, alfalfa.

La geografía entrerriana rica en pasturas y ambiente húmedo, permite el desarrollo pecuario: el vacuno está altamente mestizado y las razas de jerarquía totalizan el 85,7% del stock. En 1958 se inaugura una planta de inseminación artificial en Espinillo y se instala la Dirección de Lucha contra la Garrapata con el objetivo de erradicar el parásito que causa enormes daños al sector. El mejoramiento de los ganados se debe al desenvolvimiento de la industria frigorífica, localizándose plantas de primer nivel en Gualeguaychú, Concordia, Colón, Santa Elena.(2)

La avicultura también merece atención: hacia 1959 se registran 10.000 explotaciones avícolas y diez frigoríficos. Productores destacados se capacitan en Estados Unidos. El cooperativismo facilita en las colonias, la organización de granjas. Actividad familiar, de alto rendimiento económico. Huevos, pollos criados a campo y conejos satisfacen al mercado bonaerense.

La actividad manufacturera entrerriana es incipiente. El gobierno estimula líneas crediticias del Banco de Entre Ríos, destinadas al fortalecimiento de empresas lácteas, molineras, aceiteras. Proyectos industriales tropiezan con la escasez de energía, la precariedad vial y las dificultades para atravesar los grandes ríos, aunque se emplean ferry boats, lanchas y balsas automóviles.(3) La actividad portuaria se encuentra entorpecida por el peso reglamentarista y burocrático central. El ferrocarril Urquiza vincula al espacio nacional, pero su núcleo administrativo reside en Buenos Aires, trabando insistentes reclamos provinciales. (Uranga, 1958) Se evalúa comenzar los proyectos Túnel subfluvial Paraná – Santa Fe y Represa Hidroeléctrica Salto Grande que abren posibilidades económico-sociales en la región.

2. La inundación de abril de 1959

El territorio entrerriano se sitúa en la región húmeda de la Argentina , donde las precipitaciones son abundantes, alcanzando los 900 milímetros como término medio. En la zona Este llueve de septiembre a mayo, con caídas escasas en junio, julio y agosto, en tanto al Sudoeste el tiempo de precipitaciones escasas va de mayo a septiembre. El mes de abril suele ser el de mayores lluvias y el de 1959 fue excepcional. En la región económica más importante de Entre Ríos (eje Paraná -Concordia hacia el sur), se registran marcas desde 1.435 a 2.040 milímetros.

En su curso superior el Paraná se nutre de lluvias tropicales. El período de bajante se inicia en mayo-junio acentuándose en agosto-septiembre. Le sucede una crecida con alturas máximas en marzo-abril. El Uruguay se alimenta de lluvias subtropicales que oscilan entre 1300 y 1900 milímetros anuales. Suele presentar crecientes en junio y octubre. Sin embargo, desde mediados de marzo de 1959, radios y periódicos regionales alertan sobre las continuas lluvias que alimentan las nacientes en el sur del Brasil. En el norte y centro uruguayo desbordan el Cuareim, el Arapey y el Negro inundando amplias zonas rurales y barrios bajos en Artigas y Tacuarembó. Las consecuencias son enormes pérdidas materiales, principalmente en la agricultura, miles de evacuados e interrupción de comunicaciones telefónica y ferroviaria con Montevideo. (El Argentino, 10-04-59)

Es preocupante la altura del Uruguay frente a las ciudades de Concordia y Concepción del Uruguay. La situación que se avecina, se torna grave por incrementos importantes en la escorrentía y la sudestada.

En esos días otros acontecimientos convocan atención: la primera visita del Presidente Frondizi a Entre Ríos y las celebraciones del centenario de la fundación de la ciudad de Fray Bentos en la vecina República Oriental del Uruguay.

El 11 de abril de 1959, a bordo del rastreador Drummond y con extensa comitiva oficial, llega a Concepción del Uruguay el Presidente de la Nación.

“El río Uruguay está tan crecido que la escalerilla para desembarcar se ha asentado en el andén más alto del muelle que nunca se utiliza. Por la inclemencia del tiempo, asiste muy poca gente a recibirlo.” (Roca, 1998: 45)

Sin embargo, están presentes los Gobernadores de Entre Ríos y Santa Fe, autoridades provinciales, el Obispo de Gualeguaychú, Intendentes, delegaciones de pueblos entrerrianos y orientales. En la nutrida agenda se destaca la ceremonia de traslado de los restos del General Urquiza al Panteón en la Iglesia de la Inmaculada Concepción , Te Deum por el Centenario de las relaciones diplomáticas con la Santa Sede , Misa Pontifical por el centenario del Templo de la Inmaculada y numerosas audiencias. Se informa sobre los proyectos Túnel Subfluvial, Represa de Salto Grande, red caminera provincial. Entre otros anuncios, Frondizi indica la probable instalación, en Concepción del Uruguay, de una fábrica de automóviles subsidiaria de SIAM.

Entre tanto, el Gobernador entrerriano se interesa en viajar a Paysandú para visitar la Cervecería Norteña , porque alienta la instalación de una planta similar en la provincia. Las actividades se suspenden abruptamente al desatarse la tormenta de lluvia y viento que sorprende al Presidente en el Yate Club, situado sobre la costa del Uruguay. Cuentan que mientras lee un discurso, debe sacudir sus pies empapados por la súbita creciente y se retira con los pantalones remangados hasta la media pierna, dirigiéndose a la nave que está en puerto. (Roca, 1998: 45)

El gobernador Uranga es informado de la situación en Concordia, donde el río alcanza los 17 metros . Media ciudad está inundada y miles de personas piden ayuda. Pese al temporal viaja en avión “debo asumir el comando y organizar aquello antes que sobrevenga el caos”. (Roca, 1998: 46) Al llegar encuentra a los afectados albergados en instalaciones de la Sociedad Rural. Toma medidas urgentes: utiliza el derecho de movilización de las milicias, previsto en la Constitución provincial, para impedir la alteración del orden, saqueos y excesos. Recorre los espacios castigados y sobrevuela la zona costera del Uruguay, donde el panorama en Salto, Paysandú, Colón y Concepción del Uruguay es desolador. Las localidades uruguayas, aisladas de Montevideo, no reciben abastecimientos. Las ciudades de Fray Bentos y Mercedes carecen de agua potable, electricidad, teléfono. Viendo que por ferrocarril, carretera o avión no se pueden enviar socorros, el gobierno oriental dispone la movilización de naves de guerra y lanchas. Autoriza el desembarco de fuerzas de marinería argentina en Salto, evacuando 15.000 personas desde Concordia.

Los radioaficionados de ambas orillas cumplen efectiva y valiosísima actividad canalizando informaciones y pedidos de ayuda. Por este medio, los médicos dan instrucciones para atender picaduras de víboras venenosas, prevenir la fiebre tifoidea, hasta que las emisoras radiales dejan de funcionar al impactar las aguas en sus estudios.

El litoral de los ríos padece el azote climático durante una semana. En la noche del miércoles 15 la tormenta recrudece y cobra víctimas. Sobre el río Uruguay, donde estaba operando, se hunde la draga MOP 2C en el canal de acceso al Gualeguaychú. De los doce tripulantes sólo tres salvan sus vidas. Ellos han permanecido durante cinco horas asidos a unas tablas y finalmente arrojados por la correntada sobre la playa de Ñandubaysal. Al amanecer del l6 son rescatados por personal de la estancia. (El Argentino, 18-04-59)

Ese día el río Gualeguaychú registra la marca de 6,60 metros (alerta 3,50 – inicio de evacuación 3,80). La inundación se presenta con características aluvionales.

“Los recuerdos de esa noche de luces de la esquina, mortecinas, bailoteando al ritmo del viento y de la lluvia con el llanto lastimero del silbato del Frigorífico que agotaba el vapor de sus calderas llamando desesperadamente a los obreros a evacuar las bodegas y salvar las carnes que, en esa época sí iban a Europa, es un recuerdo imborrable para quien tuvo que vivirlo” (Hernández, 2001)

Las autoridades y personal del Frigorífico Gualeguaychú SA intentan proteger las instalaciones y departamentos principales destinados a la elaboración de carnes. Se construyen tapias, se cierran puertas con obras de material, se clausura el caño que une la fábrica con el río y que se aplica a las labores industriales. Sin embargo, el embate de las aguas desborda toda la planta baja del edificio, penetra en los sótanos de las cámaras frías y las salas de máquinas paralizando los motores. Al stock de carnes elaboradas guardadas en cámaras, se les ha dado un alto grado de enfriamiento para asegurar su conservación. Cuando se insinúa la bajante, se utilizan bombas extractoras para limpiar el lugar. El galpón donde se guardan los cueros es sepultado por las aguas, pero como se ubican en pilas, salados y apretados, se estima que pueden salvarse de la destrucción; en tanto la hacienda reunida en los corrales, se traslada casi sin pérdidas a las instalaciones de la Sociedad Rural. (El Argentino, 17-4-59)

La onda de creciente abarca la cuarta parte del casco urbano. Se corta el puente sobre el arroyo Gualeyán, principal tributario del Gualeguaychú, evitando el paso a proveedores de leche y hortalizas. Escasea la carne, los combustibles, se corta el suministro de agua potable al inundarse la sala de motores de la toma de agua, se corta el teléfono, se racionaliza la energía eléctrica. Se suspenden los servicios ferroviarios y terrestres. La localidad queda aislada. Por radioaficionados se conoce la situación similar que vive Gualeguay por la crecida del Paraná y localidades bonaerenses ribereñas al Plata. En Fray Bentos, rodeada por las aguas, se suspenden los actos del Centenario previstos para el jueves 16 y empresas como el Frigorífico Anglo paralizan sus actividades. Por la altura que alcanza el río Negro, es crítica la situación en Rincón del Bonete y Rincón de Baigorria donde se encuentran las represas hidroelécticas que suministran energía a todo el Uruguay. Las aguas superan las estructuras, invaden ciudades cercanas como Paso de los Toros y amenazan con sumergir totalmente a Mercedes.

3. Efectos sociales de la inundación

En el vértice sur del Departamento Gualeguaychú (4), la confluencia del Paraná y el Uruguay, ambos en crecientes extraordinarias, las lluvias y la sudestada castigan severamente las tierras bajas y el delta. Esta vasta zona, poblada por familias criollas de antiguo arraigo, recibe en la primera mitad del siglo XX una nutrida migración europea, mayoritariamente alemanes, italianos, polacos, que al radicarse en la zona construye sólidas viviendas sobre pilotes rodeadas de jardín, huerta, gallinero y desarrolla actividades forestales, ganaderas y agrícolas. Numerosos testimonios de gente sencilla, describen un espacio heterogéneo, rico en soledades y distancias.

En esos días de abril de 1959 la evacuación de pobladores en Ceybas y en el Delta es total. Varios vecinos con la colaboración de Subprefectura y personal policial que presta servicios en la Delegación de Puerto Paranacito, organizan trabajos de salvataje con los reducidos medios que disponen.(5) La primera dificultad que encuentran es el aprovisionamiento de combustible para las embarcaciones, ya que la fuerza de las aguas ha destruido los depósitos y los tambores son arrastrados en distintas direcciones. Se rescatan con gran esfuerzo y se provee a las lanchas particulares y de las empresas “Galofré” y “Aguado” que asisten eficazmente. Se distribuyen los sectores a atender.

Informan que en muchos casos debe emplearse la amenaza de fuerza porque la gente se niega a abandonar sus hogares. Cinco mil personas son transportadas a la ciudad de Zárate, en la provincia de Buenos Aires. A partir del jueves 15, llegan tres barcos de la Marina de Guerra con alimentos, ropas, agua para beber, servicios de primeros auxilios, combustibles. Las naves anclan en lugares estratégicos del Delta – una en el Paraná Guazú y Brazo Largo, otra en la confluencia del Gutiérrez y el Paraná Bravo, la tercera en el río Bravo- y reciben más de tres mil evacuados. Barcos de menor porte efectúan la tarea de vigilancia y rescate en distintas zonas.

El Cuartel del Regimiento 3 de Caballería, situado en Gualeguaychú, recibe en la noche del 18 de abril el primer contingente de isleños trasladados por personal militar, integrado casi exclusivamente por mujeres y niños que relatan su odisea. María Isabel Broffitti, hija de italianos, ha llegado sola. Vive con su familia en Arroyo Sagastume Grande. Cuenta que el miércoles 15, había salido de su casa en bote y con el agua amenazante, a realizar un mandado. Sorprendida por la súbita creciente fue rescatada y llevada en lancha hasta la estancia ” La Madre ” donde se alojaban más de doscientas personas. El jueves salieron todos en canoa hasta un albardón y en la mañana del viernes avistaron un avión que lanzó un mensaje de alivio. Una patrulla del ejército los encontró y los puso a salvo.

La joven no sabe qué suerte han corrido sus familiares porque “aquello es todo desolación y ruina”.(6)
Petrona Fernández de Brasich, radicada en Ceybas, narra que su esposo trabaja en la estancia “Cerro Indio”. El miércoles 14 de abril partieron a las 8 de la mañana con todo el personal de los puestos y con el agua a 40 centímetros del suelo, buscando refugio en el casco de la propiedad situado sobre el Arroyo Grande. Allí quedaron todo el día. Frente al peligro de quedar aislados por aumento del caudal, el jueves salieron en canoa y una patrulla militar los rescató. El señor Brasich, buscando tierras altas, arreó tropillas de vacunos propia y de la estancia. Pero se ahogaron todas. “Cientos de animales muertos arrastra la corriente. Pocos hombres quedan en “Cerro Indio” refugiándose en los techos. Los que no pueden salir, buscan un albardón.”(7)

La ciudad de Gualeguaychú se llena entonces de esfuerzos orgánicos e inorgánicos, estatales y espontáneos. Una heterogeneidad social deambula por las calles, alterando los ritmos habituales.
“Se debe auxiliar a la gente (…), encontrarles un lugar para pasar la adversidad (…) La mayoría se instala en clubes deportivos. Y allí diseñan espacios temporarios, sintiendo la vergüenza de ser un inundado, de perderlo todo y esperar que otros alcancen alimento y cobijo.”(8)

Muchas familias sureñas, ya sea por la pobreza de recursos materiales, o la búsqueda de posibilidades estacionales y ambientales de desarrollo (caza, pesca, empleos transitorios agrícolas, ganaderos), trasladan sus hogares periódicamente, llevando los enseres domésticos indispensables. Construyen su vivienda, ranchos – muy pocos sobre pilotes- aprovechando elementos que provee el entorno, barro, ramas, palo a pique, paja. Los disponen en módulos separados, cocina, horno de barro, dormitorios, gallineros, que se complementan formando una unidad de vivienda.

Habituados a los repuntes de los ríos, pueden reconstruirla en forma parcial o total cuando la bajante permite regresar. En las habitaciones suelen encontrarse los “santitos” que protegen el hogar y que viajan con la familia cada vez que ésta se desplaza. Al acomodar sus cosas en locales como el que ofrece Rácing Club, se advierte la disposición de sencillos altarcitos con las imágenes protectoras y cuando algo no sale bien, se los “castiga” colocándolos de frente a una pared. Para quienes viven prácticamente sin nada, la situación puede aprovecharse para reunir comodidades: colchones de chala, frazadas, mantas, alimentos. Pero los que son sorprendidos poseyendo casa de buen material y un sentido de respeto hacia la organización del espacio privado, resulta violento exponerse a la mirada de los otros y recibir ayuda sin poder dar nada a cambio. Se sienten disminuidos, plegándose a los ritmos de otro lugar u otra casa. “Se sufre mucho.”(9)

El gobierno municipal, prefectura, policía, ejército, iglesia católica, clubes, cooperadoras escolares, reúnen esfuerzos solidarios para mitigar tantas angustias. En reunión efectuada en la Jefatura de Policía, se constituye la Comisión Pro-Ayuda a Inundados, integrada por un comité ejecutivo presidido por el Sr. Intendente Ignacio Bértora y subcomisiones de finanzas, prensa, adquisición y suministros, censo de niños y distribución de especies, espectáculos de beneficio. La coordinación general está a cargo de José S. Errandonea, jefe de policía, Dr. Julio Majul y Sr. Marco Aurelio Rodríguez Otero. La comunidad local responde generosamente en la emergencia.

Por testimonios registrados podemos señalar que al bajar las aguas, peones de distinta procedencia se establecen en barrios periféricos, en los límites de las zonas de chacras y de quintas. Organizan el rancho, se incorporan a los ritmos propios de barriadas antiguas. Cuando hay posibilidades de trabajo, vuelven temporalmente al campo.

Peones allí, carreros, changadores, troperos, ladrilleros, en la ciudad. Y las mujeres, lavanderas, domésticas, yuyeras.
Aurora Cecilia Ramos nace en los rincones que forman el Arroyo Perico y el Sagastume, en Paranacito. Vive con sus padres y once hermanos. Siendo una niña, colabora con las actividades domésticas y el cuidado de los animales.

Asiste poco tiempo a la escuela. En una inundación, encuentran refugio en Ceybas y allí se quedan. Se casa con un panadero correntino. Con el tiempo la familia retorna al delta e instalan panadería y almacén. La creciente del 59 destruye todo lo que poseen. En esa ocasión, unos muchachos montaraces los rescatan en canoa porque el marido “se había encaprichado que no iba a llegar el agua a la casa”, se alojan en una propiedad alta hasta que un barco los traslada a Gualeguaychú. En la ciudad, ambos encuentran trabajo, él en las cuadrillas municipales y ella en servicio doméstico hasta que “en la Municipalidad me ofrecieron el trabajo de placera”, actividad que desempeña en Plaza Belgrano hasta su jubilación.(10)

4. Respuesta Oficial

Recorriendo la provincia, en la tarde del martes 21 de abril llega el Gobernador Uranga, quien se informa en los centros de evacuados, sobre la distribución de elementos enviados por el gobierno nacional, provincial y las medidas tomadas por la administración municipal. Comprueba la solidaridad ciudadana, observa los espacios afectados por las aguas, recorre las instalaciones del Frigorífico Gualeguaychú, evaluando consecuencias materiales de la catástrofe y asegurándose que la empresa pague los sueldos a su personal.

Por medio de Radiodifusora Greco de Gualeguaychú, en transmisión radial con Radio LT11 de Concepción del Uruguay, se difunden mensajes al pueblo entrerriano. Hablan Monseñor Jorge Chalup, el Gobernador Dr. Raúl Uranga y el Senador nacional Dr. José Maria Bértora, quien reflexiona sobre los problemas que evidencian distintos sectores económicos provinciales: comerciantes, industriales, forestadores, ganaderos, avicultores, apicultores, agricultores.

“El productor del litoral es, sin duda, el más estoico de nuestra república (…) sobrevenidos los cataclismos en el orden de la producción (…) nuestro sufrido hombre de campo no sólo no ha pedido socorro, sino que nadie salió a ofrecérselo en el momento de su desgracia (…) como ha ocurrido en otras zonas del país, a donde a veces ha llegado una total cobertura estatal para los riesgos de industrias anémicas, cuando no artificiales (…) pediremos ahora las medidas oficiales de excepción.” (El Argentino, 22-04-59)

El Gobernador Uranga describe su visión de “la mayor calamidad que haya padecido Entre Ríos” y propone “agotar los esfuerzos financieros para que desaparezcan los cordones de miseria que significan los barrios bajos”. Se construirán nuevos barrios que darán rabajo y hogar en lugar seguro. (El Argentino, 22-04-59)
El Diputado nacional Horacio Domingorena presenta un Proyecto de Ley, por el cual se autoriza al Ejecutivo a emitir un Empréstito para la reparación de obras nacionales, provinciales y municipales afectadas por la inundación hasta $1.500.000.000. Mediante otro proyecto firmado por el Diputado Jorge Ferreira se solicita la asignación para los damnificados entrerrianos de la suma de $ 10.000.000. (El Argentino, 26-04-59)

Apenas cede la actividad de rescate, el Ejecutivo Municipal convoca al Concejo Deliberante a celebrar Sesión Extraordinaria para considerar seis proyectos de Ordenanzas: 1) Declarar insalubres los terrenos situados en las zonas inundadas; 2) gestionar Ley de expropiación de terrenos para abrir el Boulevard Norte y la construcción de un barrio para ubicar a los pobladores sujetos a inundaciones; 3) establecer un régimen de loteo, transferencias, apertura del Boulevard Norte; 4) facultar al Ejecutivo a gestionar terrenos del Estado nacional, situados en Av. Primera Junta para construir un barrio y alojar familias afectadas; 6)eximir de gravámenes a los espectáculos públicos cuyos fondos de ayuda administre la Comisión Pro Ayuda. El 28 de abril, los Concejales deciden enviar a la Comisión de Legislación e Interpretación, los proyectos del Ejecutivo y las Minutas de comunicación, solicitando a la provincia servicios fluviales, créditos especiales para damnificados. Confían que el Gobierno nacional y el provincial “han de socorrer a la comuna de Gualeguaychú, como también lo harán con otras comunas afectadas en la región.”(11)

Se aprueba la Ordenanza 5811 que diseña formas de obtener recursos y la 5813 que establece crear trabajo remunerado, permitiendo al Ejecutivo disponer de cuadrillas que limpien las zonas afectadas.(12) Al finalizar la sesión, el Concejal Elgue destaca “la magnífica solidaridad puesta de manifiesto por la población en la tragedia”. Se rinde homenaje a las víctimas que ha cobrado el temporal. El Concejal Gutiérrez recuerda que la solidaridad no fue total, ya que el gremio de los carniceros dejó a la población sin carne al reclamar aumento de precios.(13)

El gobernador Uranga evalúa la situación material que ha dejado la inundación de los ríos en la provincia. Los daños superan los 2 mil millones de pesos. Miles de viviendas destruidas, dañadas, desaparecidas. Graves deterioros en molinos, aceiteras, depósitos de cereales, de oleaginosas, puertos, instalaciones ferroviarias. Se constatan las pérdidas en establecimientos frigoríficos- Yuquerí por 70 millones de pesos, Liebig por 20 millones y Gualeguaychú SA por 6 millones- y centenares de toneladas de carnes vacunas y aviar congeladas. Miles de hectáreas de arroz y maíz listas para cosechar, quedan bajo las aguas. Solamente en el distrito Ceybas e Islas del Ibicuy se ahogan 10.000 vacunos y 20.000 lanares. Sobre el lomo del río la creciente ha llevado 160 millones de pesos en rollizos y tablones de cedro y pino Brasil desde las jangadas y depósitos en Federación y todo el corte del mes de marzo en sauces y álamos del Delta entrerriano. “Las pérdidas económicas son cuantiosas”. Previsible estancamiento. Parálisis y descapitalización productiva. (Uranga, 1959)

El mandatario concurre a una audiencia presidencial acompañado de legisladores nacionales, autoridades del Banco de Entre Ríos, del Banco Hipotecario y de productores del Delta. Solicita un único subsidio de 70 millones de pesos para auxiliar a los municipios de Federación, Concordia, Colón, Concepción del Uruguay, San José, Gualeguay, Villaguay, Rosario del Tala, La Paz y Gualeguaychú; disponer fondos para la reconstrucción de obras, edificación de viviendas y la posibilidad de otorgar créditos a los productores. (El Argentino, 7-05-59)

El subsidio es otorgado. Por Decreto 2895 del 27 de mayo se crean Comisiones Zonales en cada municipio afectado, integradas por el Intendente, el jefe de policía departamental y un representante del Ejecutivo. Las Comisiones presididas por el Ministro de Gobierno, reciben fondos para reparaciones. El Banco Central autoriza un redescuento de 200 millones al Banco de Entre Ríos que permite brindar créditos a ganaderos, agricultores e industriales perjudicados. Al ser vetada la ley que otorgaba 350 millones a Entre Ríos para contribuir a la reconstrucción, el Ejecutivo provincial promueve la sanción de la Ley 4193 que dispone la formación del Consejo Administrador de la Reconstrucción , integrado por el Gobernador, los Ministros de Gobierno, Hacienda, Obras Públicas, Comandante de la 3ª División del Ejército, representantes de las Cámaras de Diputados y Senadores, del Centro Comercial e Industrial, de la Confederación de Sociedades Rurales y de las asociaciones cooperativas, que ajusta el plan de acción y ayuda a medida que se verifican los ingresos. Se otorgarán pequeños créditos a productores muy modestos, a las Municipalidades, a instituciones y a Vialidad provincial para encarar obras y adquirir tres grandes excavadoras que funcionarán inicialmente en zonas deltaicas de los Departamentos Gualeguay y Gualeguaychú. (Uranga, 1960)

5. Conclusión

El concepto “inundado” está estrechamente ligado a condición de pobreza y marginalidad; a avatares que vive periódicamente la gente que “no aprende” a situar su rancho en otro lugar que no sea próximo al río. En esta oportunidad afecta a vastos sectores sociales generando una hendidura psicológica que aun hoy es identificable. Constatamos que, según testimonios orales, constituye un hito de la memoria personal y comunitaria. Se habla de ella, aún sin interrogar. Se recuerdan gestos de solidaridad, de contención espiritual, de preocupación institucional y de acompañamiento gubernativo.

En el Departamento la creciente de los ríos produce enormes pérdidas materiales y cobra pocas vidas humanas. Asombra la magnitud que alcanza en toda la región, ¿no pudo alertarse? Suele responderse que faltaban medios de comunicación, aparatos de radio, teléfono, periódicos. Y fueron sorprendidos en sus labores y en sus viviendas por la inédita situación. Se indica que ha gravitado como factor negativo la sentencia de viejos pobladores: “Estén tranquilos muchachos, la creciente no puede llegar a donde vos estás. Te digo esto, porque la del catorce, de la que me acuerdo perfectamente no alcanzó a ese lugar y la del ochenta y tres, de la cual oí hablar a mi padre muchas veces, tampoco alcanzó allí. De modo que quédense tranquilos.”(14)

Los isleños confiaron en sus construcciones sobre pilotes y los ceyberos en la defensa de sus albardones o “cerros”, extrañas elevaciones del terreno que emergen de las aguas en las inundaciones. Son fundaciones indígenas construidas en tiempos prehispánicos.(15)

La creciente excepcional ha paralizado los trabajos de dragado y de defensa que se iniciaron en el Delta. Pensando en lograr efectiva contención de las aguas, comienza la construcción de una defensa pétrea en la costa de Villa Paranacito y en 1960 se licita la provisión de 700 toneladas de piedra para terminarla. Para atraer a tantas familias desplazadas, se estudia el establecimiento de un “cerro poblacional” en esa localidad.(16)

Al erradicar pobladores de las áreas inundables, en la ciudad de Gualeguaychú se abre el Boulevard Norte, se construye el Barrio Hipólito Irigoyen, conocido como Barrio de los Inundados en Primera Junta al 500. El número de personas relocalizadas es muy importante pero al poco tiempo, quizás por no poder superar el desarraigo y el cambio de estilo de vida, muchas regresan a la costa.

Notas

(1) En julio de 1958 se inician cultivos experimentales en Victoria, Gualeguay, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú, en 35 parcelas de 600 m2 cada una. Son efectuados en distintas épocas; arrojan rendimiento satisfactorio de 2.930 kgs de azúcar por hectárea. Se sanciona la Ley 4142 de Defensa y Fomento de la Industria Azucarera y se crea por ley 4184 la Corporación Entrerriana de Azúcar. El primer ingenio se instalaría en Victoria con el objetivo de producir azúcar, alcohol y cosetas desecadas.

(2) Los cuatro frigoríficos preparan carnes en conserva, extracto, caldo concentrado y polvo de carne. Exportan a Inglaterra, Italia, Israel, Perú, Bélgica, España y Alemania. Según el Censo de 1960 en el Fr. Gualeguaychú trabajan 1.165 operarios varones y mujeres.

(3) En el astillero de la División Río Uruguay del M.O.P. (Concepción del Uruguay), se bota en 1949 la primera balsa automóvil de una serie de cinco. Se efectúa reparación de buques, dragado y boyado luminoso de los ríos.

(4) El Departamento Gualeguaychú extiende sus 12.340 km2 desde el arroyo Gená por el norte hasta el delta del Paraná por el sur y desde los ríos Gualeguaychú y Uruguay por el este, hasta el Gualeguay por el oeste; territorio de lomadas con suave pendiente norte-sur.

(5) Esa tarea es emprendida por los agrimensores Roque Bértora, Jorge Oliva, los médicos Paul y Bugnart, el ingeniero Marzat, los señores López, Von Binderling, personal policial y de subprefectura.

(6) Entrevista a María Isabel Broffitti, el 18-04-59 en Gualeguaychú.

(7) Entrevista a Petrona Fernández de Brasich, el 18-04-59 en Gualeguaychú.

(8) Entrevista a Natividad Sarrot de Rodríguez, 12 de septiembre de 2006 en Gualeguaychú.

(9) Entrevista a Natividad Sarrot – Elsa Dumón, el 12 de septiembre de 2006 en Gualeguaychú.

(10) Entrevista a Aurora Cecilia Ramos, octubre de 2004, en Gualeguaychú.

(11) Archivo Municipal Gualeguaychú, H.C.D., DECRETOS EJECUTIVO MUNICIPAL, Vol. 15. 1959. Ibídem, H.C.D. SESIONES EXTRAORDINARIAS Vol. 19, 1959.

(12) SESIONES EXTRAORDINARIAS H.C.D., 1959, Folios 63 y 70

(13) SESIONES EXTRAORDINARIAS H.C.D., 1959, Folio 75.

(14) Entrevista a Marco Aurelio Rodríguez Otero, 6 de enero de 2006, en Gualeguaychú.

(15) Se han detectado más de cincuenta, entre otros, el Embotí, Cerro de los Hornos, Indio, Las Isletas, Campo de Alza, La Virgen , El Toro.

(16) En el primer gobierno de Sergio Montiel (1983-1987) se crea el Departamento Islas y se inicia el proyecto “Cerro Poblacional”.

por Silvia A. Razzetto silviarazzetto@entrerios.net

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