La leche es nuestro primer alimento, que debe continuar enriqueciéndonos a lo largo de la vida. Un vaso de leche (200 ml) aporta un 30% de la dosis diaria de calcio recomendado, colabora con la contracción y relajación de los músculos, en la coagulación de la sangre y secreción de hormonas, entre muchas otras ventajas de este alimento esencial para el organismo.
Las proteínas son fundamentales para el desarrollo de una persona e integra los llamados “micronutrientes” necesarios para el cuerpo humano, junto a las grasas y los hidratos de carbono.
Uno de los roles fundamentales de las proteínas es que cumplen un papel clave para el desarrollo, el crecimiento y la reparación de músculos y tejidos.
Sin dudas, una de las fuentes de proteína de mayor valor biológico es la leche de vaca. El pasado 1° de junio la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) celebra alrededor del mundo el Día Internacional de la Leche, una fecha instaurada para concientizar e informar sobre los aportes positivos a la salud de las personas.
Por eso, si hubiera que ofrecer una primera aproximación podemos afirmar que la leche es una fuente rica en todo tipo de nutrientes esenciales como proteínas, vitaminas A, B2, B12, D, minerales como el zinc y el fósforo y el calcio, nutrientes esenciales para todos los seres humanos.
“Un vaso de leche (200 ml) aporta aproximadamente un 30% de la dosis diaria de calcio recomendado, que contribuye en la formación y mantenimiento de huesos y dientes previniendo la osteoporosis, colabora con la contracción y relajación de los músculos, en la coagulación de la sangre y secreción de hormonas y ayuda al mantenimiento de un ritmo cardíaco normal. Por eso, es muy importante el consumo de leche en todas las etapas de la vida desde la infancia, la adolescencia, la adultez, el embarazo, la lactancia y adulto mayor”, explicó a Infobae la licenciada en Nutrición Stefanía Sívori.
Según las Guías Alimentarias para la Población Argentina, las cantidades de ingesta diaria recomendadas son de al menos 3 porciones de lácteos entre leche, yogurt y quesos.
“Los lácteos pueden aprovecharse como un snack o colación saludable, aportando sensación de saciedad y contribuyendo a una alimentación suficiente, completa, armónica y adecuada. Los mismos se consideran alimentos de alta densidad nutricional, aportando gran cantidad de nutrientes de alta biodisponibilidad por volumen de alimento con un bajo aporte calórico”, agregó la especialista.
Silvina Tasat, licenciada en Nutrición y vocal de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) amplió este concepto: “La leche es única por tener caseína y proteínas del suero en una combinación que no está presente en otros alimentos”.
Así, la proteína de la leche de vaca está compuesta en un 80% por caseína, 19% por proteínas del suero y en un 1% por enzimas.
“En esta composición radican los secretos de muchos de los beneficios que se pueden encontrar gracias a su consumo. Por ejemplo, la caseína es una proteína de digestión lenta que produce saciedad y se adhiere al calcio favoreciendo la absorción de este mineral”, precisó la experta.
Y agregó: “Además cumplen un rol activo en la salud muscular, evitando que el organismo se alimente de su propio tejido y pueden ayudar a que los deportistas se recuperen mejor de sus rutinas de entrenamiento”.
La proteína del suero es otra de las claves. Es la segunda proteína -primero está la albumina que se encuentra en el huevo- con el mayor valor biológico de todas las proteínas conocidas.
Sus propiedades son numerosas: es de absorción rápida, disminuye la presión arterial, fortalece el sistema inmunológico, mejora los niveles de serotonina en el cerebro y tiene propiedades antioxidantes, antivirales y antibacteriales. También es muy importante para mejorar el desempeño deportivo, ya que es la proteína encargada de la ganancia muscular y la pérdida de grasa.
Silvina Tasat también destacó otro de los factores preventivos de la leche: “Su aporte de proteínas ayuda a prevenir la sarcopenia, o disminución de la masa muscular que se da naturalmente en adultos después de los 40 años”.
Los beneficios de la proteína de la leche:
Favorece la absorción del calcio;
ayuda a la regeneración muscular;
disminuye la presión arterial;
fortalece el sistema inmunológico;
mejora niveles de serotonina en el cerebro;
tiene propiedades antioxidantes;
previene la sarcopenia (disminución de la masa muscular).
Otro punto interesante de resaltar es que el consumo de proteína de la leche en adultos mayores es importante para la conservación muscular y se presenta como una opción inteligente para recuperación de los músculos y la re-hidratación de deportistas.
“La ventaja de la leche es que los componentes de sus proteínas (los aminoácidos) son fácilmente digeribles en comparación con otros alimentos, lo que facilita la capacidad del organismo de incorporarlos y aprovecharlos”, puntualizó la licenciada Sívori.
Leches alternativas
En los últimos tiempos, con la aparición de las llamadas “leches alternativas” (como leche de soja, mijo y girasol) se avivó el debate ¿Hay que seguir tomando leche después de la lactancia? La licenciada Tasat ayudó también a echar luz sobre este y otros asuntos.
Leches alternativas: “Es un error conceptual porque no son leches, son jugos a base de otros productos. Las única reconocida como tal por organismos internacionales (FAO/OMS) es la leche de vaca y se recomienda su consumo al menos tres porciones diarias a través de la leche, el yogurt o lácteos como el queso”.
Leche e hidratación: “Hay muchos estudios que demuestran que la leche es más efectiva a la hora de hidratar el cuerpo después de hacer deporte que cualquier bebida isotónica industrial e incluso que el agua”.
“Cuando se habla de nutrición y salud, nunca hay que dejar de tener en cuenta la importancia de un plan alimentario equilibrado que incluya lácteos, carnes, legumbres, frutas, cereales y huevo, además de actividad física regular para lograr un estilo de vida saludable”, finalizó la experta.
Fuente: Infobae, Argentina. 1-6-201
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