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La probabilidad de presencia de El Niño en la primavera y verano se estima en 65%

Se prevé que la intensidad de El Niño será leve a finales del invierno, aumentando posiblemente hasta intensidad moderada en la primavera y el verano.

La previsión oficial del CPC (Climate Prediction Center – NOAA) y el IRI ( International Research Institut of Columbia) anuncia la permanencia de condiciones neutrales durante el invierno del hemisferio sur, con un 50% de chances de que se desarrolle un evento El Niño en primavera. La probabilidad de El Niño en el verano 2018 – 2019 alcanza el 65%.

Se observó desde la mitad de junio, ue el agua del este del Pacífico Ecuatorial mostraba aún condiciones neutrales, lo mismo que las variables atmosféricas relacionadas el fenómeno ENSO. La temperatura del agua sub-superficial sigue por encima de lo normal.

¿Qué Es El Fenómeno El Niño?

El fenómeno de El Niño – Oscilación Sur (ENOS) es un patrón climático recurrente que implica cambios en la temperatura de las aguas en la parte central y oriental del Pacífico tropical.

En períodos que van de tres a siete años, las aguas superficiales de una gran franja del Océano Pacífico tropical, se calientan o enfrían entre 1 ° C y 3 ° C, en comparación a la normal.

Este calentamiento oscilante y el patrón de enfriamiento, es conocido como el ciclo ENOS (o ENSO por sus siglas en Ingles), afectando directamente a la distribución de las precipitaciones en las zonas tropicales y puede tener una fuerte influencia sobre el clima en los otras partes del mundo. El Niño y La Niña son las fases extremas del ciclo ENOS; entre estas dos fases existe una tercera fase llamada Neutral.

¿Por qué se llama El Niño?

El nombre de El Niño (refiriéndose al niño Jesús) fue dado por los pescadores peruanos a una corriente cálida que aparece cada año alrededor de Navidad. Lo que ahora llamamos El Niño les pareció como un evento más fuerte de la misma, y el uso del término se modificó para hacer referencia sólo a los hechos irregularmente fuertes.

No fue hasta la década de 1960 que se notó que este no era un fenómeno local peruano, y se le asoció con cambios en todo el Pacífico tropical y más allá. La fase cálida de El Niño suele durar aproximadamente entre 8-10 meses.

El ciclo ENOS entero dura generalmente entre 3 y 7 años, y con frecuencia incluye una fase fría (La Niña) que puede ser igualmente fuerte, así como algunos años que no son anormalmente fríos ni cálidos.

Sin embargo, el ciclo no es una oscilación regular como el cambio de estaciones, pudiendo ser muy variable en tanto en la intensidad como en su duración.

En la actualidad, aún no se entiende completamente cuáles son las causas de estos cambios en el ciclo ENOS. ( Fuente: Instituto de Clima y Agua) 

Cuáles son sus efectos

El Niño, un fenómeno que lleva sucediéndose desde hace milenios, tiene una gran influencia en el clima del mundo. De hecho, en la actualidad podría llegar a modificar tanto las condiciones climáticas de una zona que, debido al crecimiento de la población humana, empieza a ser urgente que los países afectados puedan tomar medidas realmente eficaces para poder hacer frente a sus efectos. Y es que, tras su desarrollo, se producen cambios en las temperaturas y en los patrones de lluvias y vientos en el planeta.

A nivel global: récords de temperaturas, cambios en la circulación atmosférica.

En América del Sur: disminución de la presión atmosférica, calentamiento de la Corriente de Humboldt y periodos muy húmedos durante los cuales las precipitaciones son muy intensas.

Sureste Asiático: escasa formación de nubes, sequías importantes y disminución de la temperatura oceánica.
Aún así, es importante tener en cuenta que no hay dos El Niño iguales. Esto quiere decir que las zonas que se vieron afectadas la última vez puede que no lo sean de nuevo. Tendrán una mayor probabilidad, sí, pero no se podrá saber seguro.

 

 

 

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