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Luis Miguel Etchevehere: “El dólar, los precios y el clima pueden ir y venir; lo importante es ser competitivos”

-¿Alcanza este dólar para el campo?

-El dólar es un atajo. Lo dijimos cuando el dólar estaba atrasado, lo decimos ahora que hay un dólar más competitivo. Este dólar ayuda a que muchas economías regionales ya estén exportando como, por ejemplo, las mandarinas del litoral que después de 10 años volvieron a estar en el mercado brasileño. Ayuda a la miel fraccionada. Pero estamos convencidos de que lo que hay que hacer es lograr competitividad estructural. El dólar puede ir y venir, los precios pueden ir y venir, el clima puede ir y venir lo importante es estar competitivo estructuralmente para que si el dólar baja, si hay mal clima o si bajan los precios internacionales, nuestros productores puedan seguir trabajando bien. Ese es un objetivo a través de las mesas de competitividad; hay 30 mesas funcionando.

-De esas mesas sólo la de carnes parece haber dado resultado, ¿ y las otras?

-Es la que tiene más visibilidad porque es la primera que se ha formado y está encabezada por el Presidente. Pero hemos tenido muchos avances. La competitividad es la suma de pequeñas cosas. Por ejemplo los bitrenes que bajan costos logísticos, protocolos sanitarios para entrar en un determinado país, que se bajen impuestos o que se suban reintegros. Con un ojo estamos con lo que sucede en la Argentina y con el otro ojo vemos qué están haciendo los competidores porque ellos también juegan.

-¿Cómo impactan los US$ 12 mil millones que Trump destinó en subsidios a farmers?

-Esos son los grandes desafíos que tenemos. Estamos seguros de que la contracara del proteccionismo son los acuerdos comerciales, por eso le damos mucho valor a las negociaciones entre la Unión Europea y el Mercosur, en etapa de pre-cierre y empezamos las negociaciones con Canadá, y este mismo año vamos a arrancar con Corea. De esa manera cualquier sorpresa que haya en otros mercados está neutralizada por los acuerdos comerciales. Este año hemos abierto 140 nuevos mercados.

-Con la OMC en crisis, el G-20 aparece como un organismo multilateral que puede ayudar en el comercio. ¿Qué va a plantear Argentina?

-Tenemos la presidencia, somos anfitriones y nuestro rol es buscar consensos para llegar a un documento en conjunto donde todos se vean contenidos. De cualquier manera la posición de Argentina es tener un comercio multilateral, transparente, un comercio justo, equilibrado, esa va a ser nuestra impronta.

-Por la guerra Trump-China cayó US$ 90 el precio de la soja ¿Cómo nos estamos preparando ante esa eventualidad?

-Es complejo porque parte de la soja de EE.UU. que no va a China podría ir a otros mercados que atiende Argentina. Hoy hay una distorsión de precios pero si se observan los futuros los precios están estables y mejoran porque el mercado está pensando que va a haber un arreglo.

-A raíz del debate por las retenciones, muchos consideran que usted es más un representante del campo en el gobierno que un ministro que defienda el interés común..

-En cuanto a las retenciones quedó perfectamente demostrado que cuando se sacaron progresaron el trigo, el maíz, la carne, la leche que en lo que va del año subió un 25% la exportación, pese al mal momento que vive la lechería. Eso es trabajar por el bien común.

-¿Ese fue el argumento que utilizó para convencer a Macri y Dujovne?

-No. Es un argumento que está sobre la mesa porque es una evidencia más que un argumento y es lo que buscamos, estimular a todos aquellos sectores que exporten. El campo es responsable del 60% de las divisas que hoy ingresan a la Argentina. Es el campo. El Presidente pidió en la Rural que otros sectores de la economía sigan al campo y también exporten.

-Los radicales plantearon las retenciones con intención de que el ajuste sea equitativo, que cada sector ponga algo…¿Qué pone el campo?

-El campo a pesar de haber perdido US$8 mil millones por la sequía, puso otro 27% de la cosecha de soja por retenciones. Y liquidó US$ 3.200 millones en un mes de alta volatilidad. No veo ningún otro sector que haya hecho ese aporte.

-Existe un decreto que permite a los exportadores liquidar divisas en un plazo muy largo… ¿lo van a modificar en estos tiempos de escasez de dólares?

-El tema no pasa por ahí sino en que se produzca más, que haya actividad, que se genere empleo, que se estabilice la economía. También el sector público tiene que hacer lo suyo para ayudar a bajar el déficit fiscal y en consecuencia bajar la inflación y de esa mano bajar las tasas de interés. Por lo demás, tenemos un gran futuro como productores mundiales de alimentos. Tenemos un gran capital en la Argentina que es el talento de los productores, producimos en calidad y cantidad.

-¿Qué pasa con la ley de semillas que protege la innovación?

-Está en la Comisión de Agricultura y Ganadería después de un año y medio de trabajo. Ya terminamos de encontrar los consensos entre todos los actores.

-¿Quiénes se benefician con la ley?

-El INTA, sin dudarlo. El INTA tiene más de mil eventos y se da la paradoja de que el INTA está cobrando regalías por todas las semillas que están utilizando fuera de la Argentina y no puede cobrarlo acá en su propio país. Pasa con las legumbres, poroto, garbanzo, el algodón, el azúcar. En todos esos cultivos se necesita tecnología genética para optimizar esas producciones.

-¿Por qué este ministerio demora la aprobación del gen resistente a la sequía, que es un hallazgo argentino, para el trigo?

-Nosotros aprobamos unos siete eventos pero nuestro límite es la parte comercial. Lo primero que preguntamos a quienes usan esos genes es si los países que nos compran los van a dejar entrar. Entonces hay que lograr las aprobaciones de los compradores. Les decimos vayan, los ayudamos, vamos juntos pero tratemos de conseguir esas autorizaciones.

-Hay mucha preocupación entre los científicos del INTA, ¿qué va a pasar?

-Estamos trabajando para adaptarlo a la realidad que está viviendo el país, para enfocarlo en cuestiones concretas que modifiquen la producción, la tecnología a productores. Algunos estaban trabajando en aspectos que realmente no le veíamos mucho fin práctico.

-¿Ese resultado concreto que buscan implica menos personal?

-No necesariamente. En algunos lugares hace falta gente, se necesita incrementar técnicos, científicos. Son recursos humanos fantásticos que se reacomodan o se adaptan a otros trabajos. La cuestión no pasa por más o menos gente. En el INTA es central la investigación y la extensión rural. Tenemos 535 grupos de cambio rural trabajando en toda la Argentina. Son como los grupos CREApara los productores pequeños. Buscamos que no haya una brecha de tecnología entre los productores más chicos y los medianos o grandes.

-¿Y qué van a hacer con el Senasa?

– Lo estamos regionalizando, queremos un Senasa ágil. Eso es clave para ser supermercado del mundo. Tenemos que dar garantías de calidad e inocuidad de nuestros alimentos, y para eso está el Senasa, se está profesionalizando. Veíamos un desbalance, recibimos un Senasa con relaciones menos profesionales y más administrativos.

-¿Cómo es la producción agropecuaria en medio de la revolución tecnológica que vive el mundo?

-Muy sofisticada, muy específica, muy orientada a que sea de una manera amigable con el medio ambiente, o sea responsable. Lo vemos en los productores y en los consumidores que nos lo exigen. Hay un desarrollo muy importante en lo orgánico. Y hay una legión de emprendedores con aplicaciones para medir desde los márgenes de la actividad, diseñar manejos. Están los drones que informan lo que pasa en el lote. Eso es eficiencia, eso es productividad, eso es empleo de calidad. Así que tenemos un gran presente y un mejor futuro todavía, en la medida que sea manteniendo estas reglas de juego que son las que sirven.

– ¿Cuáles son?

– Que no haya trabas al comercio, que haya un sólo tipo de cambio, acceso a los mercados, que podamos tener acuerdos comerciales con aranceles similares a nuestros competidores.

-¿Llegamos a las 124 millones de toneladas de granos en esta campaña?

-No he sacado la cuenta pero ojalá. Estaremos en las 19 o 20 millones de trigo.Hace frío y está húmedo, un clima ideal para el trigo que tiene un buen precio en torno a US$ 203 la tonelada. Y hay buenas condiciones de siembra para soja, maíz y girasol.

-¿Cómo es pasar de presidente de la Rural a ministro?

-Primero, entender que pasaba de una entidad que como todas en la Argentina son presidencialistas, a un equipo de trabajo. Ese fue el primer desafío y la mejor sorpresa porque nunca había estado en la función pública. Hay un gran nivel de coordinación con Jefatura de Gabinete. A nosotros nos toca Gustavo Lopetegui, tiene un equipo de trabajo que no deja que quede lo que planificamos en una charla de café. Hay un seguimiento estricto. Y están las reuniones periódicas con Nicolás Dujovne. No hay desgaste por manejos políticos, sino mucha ejecución.

-¿Cómo es su relación con quienes antes eran sus pares, la Mesa de Enlace del campo?

-Muy buena.

-¿Cómo le afectó el bono de $ 500.000 que cobró de la Rural antes de ser ministro y luego devolvió?

-En su momento fue muy moderno en la Rural pagar un salario al dirigente. Sucedió hace 20 años y fue un escándalo. Ahora también, en el sentido de que por ahí este bono dentro de 5 años va a causar gracia. La Rural es una entidad privada que tiene una comisión directiva que decide a la luz del día con toda la formalidad y decidió compensar la actividad que desarrolló un determinado dirigente.

Una dinastía de abogados y de Luises

La familia Etchevehere es de origen vasco y son de los primeros que se radicaron en Entre Ríos allá por 1830. Más acá en el tiempo, el bisabuelo de Luis Miguel Etchevehere supo combinar su profesión de abogado con el campo. El abuelo, también abogado, se sumó al radicalismo y agregó a esa actividad la de ser dueño del diario de Paraná que la familia aún conserva.

Luis Miguel cuenta que su bisabuelo se destacó por su tesis de doctorado en la que analizó un fenómeno muy contemporáneo, la reincidencia en los delitos.

Como no podía ser de otra manera, el actual ministro estudió abogacía siguiendo los pasos de su padre y también los de su madre. Pero nunca ejerció la profesión: se dedicó durante 20 años al remate de hacienda.

Hubo otro mandato que lo marcó. El abuelo que surgió como senador por Entre Ríos de la mano de la ley Sáenz Peña, la misma que permitió a los radicales ganar la elección después de los fraudes de los conservadores, llegó a ser gobernador de la provincia. ¿Será ésa su nueva aspiración?

Por lo pronto, lo recuerda como un “gobernador muy progresista que fue el primer síndico de la cooperativa la Agrícola Regional”.

Aunque se reconoce radical pese a carecer de militancia partidaria, la participación gremial de Etchevehere arrancó en 1991 cuando fue elegido por la Rural como delegado en Paraná para bregar por créditos ante el Banco Nación y acelerar los trámites ante distintos organismos como el Senasa.

Tras el conflicto del campo por las retenciones en el gobierno de Cristina, su figura apareció en la Rural como símbolo de renovación.

Y en 2012 fue elegido presidente de la entidad. Precisamente desde las tribunas de Palermo, ante cada inauguración oficial de la muestra, supo cautivar con su estilo discursivo a Mauricio Macri.

Como sucede en las familias más tradicionales los primogénitos Etchechevere fueron bautizados con el nombre Luis.

El ministro tiene tres hermanos y una hermana. Y tanto respeto por la tradición se quebró hace poco cuando su hermana hizo públicas las desaveniencias familiares.

-¿Qué pasó?

-Como en cualquier familia cuando hay un juicio sucesorio, muchas veces aparece lo peor de cada uno. Y en eso, no somos una excepción, la cuestión pasó por una disputa a partir de la muerte de mi padre, pero felizmente estamos llegando a acuerdos. Buena parte ese tema está superado.

Aunque va poco, Etchevehere conserva los campos familiares en las localidades de Diamante y La Paz . Dice que son su cable a tierra.

ITINERARIO

De 55 años, signo Aries, es abogado y productor agropecuario. Fue presidente de la Sociedad Rural entre 2012 y 2017. El presidente Mauricio Macri lo designó como ministro de Agroindustria el 31 de octubre de 2017. Nunca ejerció su profesión y se desempeño como rematador de hacienda. También fue director del diario La Acción de Nogoyá.​Esta casado con María, una licenciada en Ciencias de la Educación y es padre de cuatro hijos, tres mujeres y un varón. Por primera vez desde 1990 y tras su partida a la función pública en La Rural se enfrentan dos listas por la presidencia. Etchevehere se declara prescindente.

AL TOQUE

Un proyecto: Que Argentina exprese su potencial como potencia agroalimentaria.

Un sueño: Que este sector agroalimentario ayude a que en la Argentina se reduzca definitivamente la pobreza. Es un sector que va a generar trabajo genuino y de la mano del empleo formal se va a reducir la pobreza.

Un recuerdo: Mi padre, me encantaría que pudiera estar viendo esta etapa del país.

Un líder: Winston Churchill.

Un prócer: Justo José de Urquiza.

Una comida: Pastel de carne con aceitunas.

Una bebida: Vino tinto.

Un placer: Cuando podemos, tomarnos unos días y estar todos juntos en familia.

Un libro: Todos los de Umberto Eco, “El péndulo de Foucault”, “El nombre de la Rosa”. Todos.

Una película: “La fiesta inolvidable”, en la que actúa Peter Seller. Cada vez que repiten y la veo, vuelvo a disfrutarla como el primer día.

Una serie: “La Segunda Guerra Mundial en colores”, que es muy educativa. Nos refresca la locura que pasó el mundo en esa época.

por Silvia Naishtat / Clarín

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