Dios en la Tierra

2 de julio: Nuestra Señora del Huerto aparece para sanar de la peste en Italia

Martes de la decimotercera semana del Tiempo Ordinario.Comentario del día : San Cirilo de Jerusalén.«¿Quién es éste?»Evangelio según San Mateo 8,23-27.

Jesús subió a la barca y sus discípulos lo siguieron.

De pronto se desató en el mar una tormenta tan grande, que las olas cubrían la barca. Mientras tanto, Jesús dormía.
Acercándose a él, sus discípulos lo despertaron, diciéndole: “¡Sálvanos, Señor, nos hundimos!”.

El les respondió: “¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?”. Y levantándose, increpó al viento y al mar, y sobrevino una gran calma.

Los hombres se decían entonces, llenos de admiración: “¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?”.

Amén y ¡ adelante !

Nuestra Señora del Huerto, aparece para sanar de la peste en Italia

Surgió como una promesa ante la protección brindada en una epidemia de peste en 1493.

Pero en 1609 y 1610 se apareció a dos videntes derramando gracias de curaciones y otros prodigios.

En 1613 se le levantó un templo a la patrona de Chiavari.

En 1809 San Antonio María Gianelli funda en la misma ciudad la Congregación Hijas de María Santísima del Huerto muy conocida en las América y España.

La aparición de Chiavari

En 1493 una grave epidemia de cólera azotó a la ciudad de Génova, alcanzando la vecina localidad de Chiavari.

Donde María Turquina Quercio, piadosa mujer del suburbio de Rupinaro, prometió a la Virgen una señal de público reconocimiento si la mantenía inmune a la peste.

Superado el flagelo, María Turquina encargó al artista Benedicto Borzone pintar sobre un muro del huerto ubicado entre el Palacio de Gobierno y el puerto, una imagen de la Santa Madre y el Niño.

Que debía ser venerada por los transeúntes que, en su diario trajín, no tenían tiempo de entrar al templo para orar.

Con el paso de los años el huerto fue transformado en depósito y chiquero.

Pero la bella pintura siguió allí, manteniendo su aspecto y tonalidad y llamando poderosamente la atención de quienes pasaban por el lugar.

En 1528 la peste volvió a castigar la Liguria, abatiéndose con especial fuerza en Chavari, hecho que acrecentó la devoción por la imagen.

Por esa razón, las autoridades de la ciudad decidieron construirle un altar que permitiese a los fieles inclinarse y orar ante ella.

La noche del 18 de diciembre de 1609, Gerónima Turrio, una lavandera del barrio de Rupinaro, rezaba frente a la Virgen cuando, repentinamente, la pintura comenzó a irradiar una luz intensa.

El prodigio se conoció en los alrededores y al cabo de un tiempo, cientos de peregrinos comenzaron a acudir al lugar para implorar gracias.

La fama de Nuestra Señora del Huerto se vio reforzada el 2 de julio de 1610 cuando, en horas de la mañana, se le apareció a Sebastián Descalzo, un humilde poblador de las inmediaciones.

Quien en esos momentos caminaba desde su casa al suburbio de Carasco, recitando sus oraciones.

Transitaba Sebastián la plaza de la ciudad cuando vio frente a sí a la Virgen bendita luciendo un hermoso manto celeste.

Poco después, comenzaron los milagros.

Una rajadura que atravesó el muro de un extremo a otro de la pintura, se reparó sola, sin la intervención de ningún albañil.

Otro día, frente a su imagen, dos enemigos acérrimos fray Miguel Raggio y Battino Marini, se reconciliaron dándose el abrazo de la paz.

Y al cabo de un tiempo se producían curaciones, se solucionaban diferendos y se concedían peticiones, todo por medio de la Virgen del Huerto.

La aparición de María en el Huerto de Chiávari respondía al designio de la Providencia que quería suscitar un despertar en la fe y en la piedad mediante el culto de María, Mediadora y Corredentora del género humano.

María concedió una lluvia de dones y gracias: curaciones de enfermedades, extinción de odios y enemistades y conquistó el corazón aún de los incrédulos.

La fama de estas maravillas se divulgó acrecentando más la devoción entre los chiavareses y las poblaciones vecinas, de tal manera que se originó una reforma general de vida.

Fueron desterradas las diversiones ilícitas; se volvió a la devoción, a una enmienda en el lenguaje, a la sinceridad en las obras, a la prontitud en los actos religiosos, a la oración.

Fueron a postrarse delante de la imagen aquellos que la habían profanado con sus juegos y blasfemias.

Colegio de las Hermanas del Huerto de Paraná

La institución inaugurada el 11 de octubre de 1864, fue la primera escuela de niñas de la ciudad y en la década del ‘90 se convirtió en colegio mixto.

Compartimos, la historia de esta institución emblemática de nuestra ciudad, preparada especialmente para esta ocasión por la Profesora Celia Godoy, responsable del Archivo Arquidiocesano.

Congregación de las Hermanas del Huerto, conocidas también como Gianellinas, fundadas por el Padre Antonio María Gianelli y que en ésta semana han cumplido sus 150 años de vida.

¿Qué sabemos de ésta congregación?

Que fueron las primeras 12 hermanas, conocidas por su caridad, las que se extendieron por distintos puntos de Italia, abriéndose al servicio de hospitales, hospicios para huérfanos, escuelas.

En 1846, fallece el Padre Fundador, y cinco años después (en 1853) la Iglesia Católica Diocesana reconoce oficialmente a la institución. En 1856 comienza por medio de ocho religiosas gianellinas la expansión hacia el continente americano, llegando al puerto del Montevideo, Uruguay.

La noticia de la heroica conducta de las Hermanas del Huerto en Montevideo durante la fiebre amarilla, se esparció rápidamente y, de Buenos Aires y Córdoba, solicitaron su ayuda. La Reverenda Madre Clara Podestá, invitada por la sociedad de Beneficencia de Buenos Aires, se trasladó a esta ciudad en febrero de 1858 para visitar los hospitales que deseaban confiarle. Sólo aceptó el de Mujeres, por parecerle el más necesitado de Religiosas.

El 10 de enero de 1859 el Superior Gobierno Argentino llama a las hermanas para dirigir el Hospital Nacional de mujeres.

El 7 de marzo de 1859 se hacen cargo del Hospital San Roque de Córdoba, debiendo afrontar ingentes sacrificios como los transportes en diligencias, pernoctando en posadas y ranchos para llegar a este hospital que tiene 800 enfermos.

El 20 de octubre de 1861 se les pide ayuda para la asistencia de los heridos de la batalla de Pavón y les confía los hospitales de sangre de San Nicolás de los Arroyos y de Rosario. El Gral. Mitre al terminar la Batalla de Pavón, hospedándose en el hospital donde se asisten a los heridos, admiro su obra condecorándoles en premio y testimonio del Gobierno Argentino

En enero de 1860, llegaron de Italia veinte Hermanas acompañadas por la R. M. Luisa Solari, quienes, juntamente con la R. M. y el Sr. Don Juan R. Gómez, especialmente invitado por la Sociedad de Beneficencia, se dirigieron hacia Buenos Aires, donde se hacen cargo del manicomio de mujeres y Asilo de Expósitos.

Durante días y noches las hermanas tuvieron que atender a centenares de heridos, disponer lo necesario para las operaciones, preparar alimentos y consolar a los pobres enfermos. Después de atender heridos, enterraron a los muertos liberando a la ciudad de los peligros de una infección.

El 7 de abril de 1871 la fiebre amarilla hace estragos en Buenos Aires y allí también están las hermanas del Huerto, diría Feliz Frías, llegaron a tiempo como el soldado al campo de batalla.

Las hermanas atravesaron momentos muy duros; nuevas costumbres, noches sin dormir, sin descanso, grandes privaciones, fatigas, etc., pero de todo ese penoso trabajo ellas pudieron recoger grandes frutos; ya que los que salieron del hospital lo hicieron bien instruidos en Religión y en paz con Dios, por haber podido recibir con los Santos Sacramentos; y también muy agradecidos con ellas.

Por aquellos años, la ciudad, que había sido sede del Gobierno Nacional de 1854 a 1860, vivía un tiempo de desanimo, de crisis. Había sentido el impacto de la Batalla de Pavón y el traslado de la Capital de la Nación Buenos Aires. Los signos de la prosperidad que se habían vislumbrado en la época anterior, se derrumbaban.

Los vecinos de Paraná, entonces, como una forma efectiva de trabajar para superar la crisis, conformaron una Comisión que proyectó la creación de un Colegio para niñas, al amparo de María, con la seguridad de que las mayores posibilidades que se ofrecerían a la mujer por su educación, redundarían en el progreso y el bien general.

El Gobernador Justo José de Urquiza, quien tenía una particular preocupación por la educación de la mujer, brindó un decisivo apoyo a la iniciativa, dictando un decreto que acordaba una subvención mensual para el proyectado colegio.

El Presidente de la Nación, Dr. Bartolomé Mitre, al conocer la aspiración del vecindario de Paraná y el deseo de contar con un edificio donde pudiese funcionar el colegio, cedió, en calidad de préstamo, para tal fin la casa del senado de la Confederación. Paralelamente, se habían realizado gestiones ante la Superiora Provincial de Montevideo de las Hermanas Hijas de María Santísima del Huerto, Hermana Clara Podestá, quien comprometió su colaboración “para prestar sus humildes servicios a esa amable juventud”.

Sobre el tema encontramos una publicación del Instituto del Huerto en el Centenario donde encontramos copia de toda la documentación, decretos, correspondencia y demás que cuentan esta historia. De allí y de fecha 28 de mayo de 1864 encontramos un informe del Canónigo Álvarez donde relata la llegada de las hermanas a Paraná.

Dice que se ha formado una Comisión encargada por el pueblo de Paraná para fundar el colegio. Los Señores de la comisión son Don Antonio Crespo, Don Pedro Lucas Funes, Don Ángel María Donado y Don Domingo Comas. Consta allí que después de recibir la autorización e instrucciones de la comisión , se trasladó a San José, residencia del Capitán General Don Justo José de Urquiza, Gobernador de la Provincia quien habiendo recibido la nota de de la Comisión y simpatizando con la idea se apresuro a elevar a la Legislatura de la Provincia el correspondiente mensaje, designando en el presupuesto una subvención de ciento cincuenta pesos para el sostén de aquel; cediendo la casa, en esta ciudad, que ocupaban los Senadores de la Nación.

“De allí me traslade, dice el informe, a Montevideo, a reunirme con la Superiora Provincial de las Hermanas de la Caridad, sobre la fundación de un colegio dirigido por las mismas y convenir también acerca de los medios que pudieran hacer fácil el más pronto establecimiento de aquel.”

“Ha prometido desde ahora, destinar cinco hermanas para la fundación del colegio, mientras no llegan las que deben venir de Europa en número de ocho.”

Por Orden Ministerial del 10 de mayo de 1864 , del Ministerio del Interior, G. Rawson le informa al Sr. Administrador de Correos de Paraná que por pedido del Presidente de la República debe poner en posesión del Edificio del Senado a los Señores de la Comisión en nombre del Gobierno Nacional.

El Administrador de Correos José Bavio y con fecha 23 de mayo de ese año le escribe al Dr. Juan José Álvarez Arcediano de la Catedral de esta medida y le pide fijar día y hora para la entrega. Se arregla entonces para el 28 de mayo a las doce de la mañana.

Otro informe del Padre Álvarez de fecha 8 de octubre de ese año, cuenta que ha acompañado a las Hermanas desde Montevideo. Que siendo muy pocos los recursos de que disponía la Comisión para cubrir los gastos del pasaje de las hermanas, desde Buenos Aires, ha solicitado al Presidente de la República un número suficiente de boletos.

Se le entregaron 13 boletos a razón de 24 patacones cada uno, 10 para las hermanas, incluso la Superiora Provincial y la Hermana acompañante, y el Capellán, de los cuales dos deberían servir para el regreso, hasta Buenos Aires de estas dos últimas hermanas. Detalla el recorrido desde Uruguay a Buenos aires, de ahí a la residencia del Gobernador en San José y hasta Paraná, el costo de los traslados, del pago de las balleneras, changadores y carros usados en este viaje.

En síntesis por iniciativa del pueblo de Paraná y el apoyo decidido del gobernador Urquiza y del Presidente Mitre, y la voluntad, amor y vocación de servicio de las hermanas, el 11 de octubre de 1864, quedó instalado el colegio de las Hermanas Hijas de María Santísima del Huerto. Fue la primera escuela de niñas de la ciudad de Paraná.

Desde San José, el 12 de diciembre escribe Urquiza a los Señores de la Comisión encargada de la fundación del colegio, diciendo “ con satisfacción me he impuesto de la nota que, con fecha 12 de octubre último me dirige la comisión, participándome de que el 11 del mismo mes quedó instalado en esa ciudad el colegio,… más adelante , De instituciones tan humanitarias como progresistas, muchas ventajas tiene que esperar el país y yo contribuiré a la conservación de este plantel que dará sin duda óptimos frutos al pueblo Entre Riano”

Encontramos una crónica del acto de instalación de las hermanas de la Caridad, donde dice el relato” Lo más distinguido de esta sociedad ha presenciado ayer la instalación de las Hijas de María del Huerto… el edificio decorado en su exterior con banderas de distintas nacionalidades, parecía anunciar un acontecimiento cuyos benéficos resultados serán la obra del tiempo y de la perseverancia, como lo es todo lo que lleva en si el sello del siglo: el progreso. El interior sin banderas, sin adornos, ocupado únicamente con la mesa de la Comisión y asientos para la concurrencia… se leyeron discursos y en el intermedio se escuchaban la banda militar colocada en el patio contiguo…

La ceremonia que había empezado a las doce del mediodía concluía a las tres de la tarde…

Desde sus comienzos, recibió tanto a las alumnas que podían hacer frente al pago de un arancel, a cambio de la instrucción que se les ofrecía, como a niñas de hogares carenciados. Tenían alumnas internas, medio pensionistas y pensionistas externas.

No solo van a dedicarse al colegio, del 5 de septiembre de 1899 encontramos un pedido de autorización para erigir en la Capilla del Hospital de la Caridad la Obra Pía o Archi Cofradía del Huerto.

Encontramos en el legajo correspondencia entre las hermanas de las casas de Victoria, Nogoyá, entre otros y el obispo de la Diócesis. En Abril de 1912 la Hna. Rosalía Cáceres de pide al obispo Mons. Bazán y Bustos autorización para hacer una capilla para el establecimiento de Victoria, que estará contigua al mismo. Esta capilla será inaugurada recién en 1921.

En noviembre de 1918 encontramos una carta de la Hna. María del Transito Brum al Vicario Gral. David Luque, donde le informa que el Instituto de las Hermanas accede a hacerse cargo nuevamente de los dos Hospitales municipales de la ciudad de Paraná.

En mayo de 1921 en carta de la Visitadora Provincial Madre Isabel Pedemonte al Obispo de Paraná, Mons. Bazán y Bustos informa que quiere arreglar la situación del Colegio del Huerto de Paraná aprovechando la decidida voluntad del Gobernador Marcó para ceder el terreno y edificio a la Institución que lo ocupa desde hacen 58 años, dice esta carta. Parte desde su fundación y parte desde el 9 de agosto de 1875 y el 24 de febrero de 1883 que le fue cedida como podrá ver por las copias que se adjuntan y cuyos originales están en el archivo de la institución.

En la copia de estas cartas, dice que el terreno, que era reclamado por el señor Del Castillo fue comprado por el fisco y que lo pueden seguir ocupando sin temor de ser molestadas.

En 1921, adaptándose a las necesidades de la comunidad, el colegio incorporó su sección secundaria. En 1968, como preocupación misionera, el colegio amplió su acción educativa instalando la escuela primaria “San Antonio María Gianelli”, en el barrio Anacleto Medina”, una zona humilde de la ciudad, con marcada problemática social.

Atento a los signos de los tiempos, como quería el ilustre padre fundador, en 1995 concretó el servicio educativo mixto en los niveles inicial y primario, y en 1996, en el nivel medio.

Hoy en día, el Colegio “Nuestra Señora del Huerto” enraizado en la realidad social y eclesial en que vive, sigue ofreciendo, no sólo calidad académica, sustentada en la constante actualización de sus docentes, sino también formación en el compromiso cristiano y en la solidaridad social, encarnando en el carisma de la caridad evangélica vigilante y prodigando un amor que no conoce cansancio ni límites, consta en la página web del Instituto.

Prof. Celia Godoy

Promoción 1984 . Bachillerato especializado en Letras

Fuentes consultadas

Legajo de las Hermanas del Huerto. Archivo Arquidiocesano

Legajo del Colegio del Huerto Archivo Arquidiocesano

Página Web del Instituto de Huerto.

 

 

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