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Condición de la soja en Entre Ríos: impacto del déficit hídrico y plagas

En la campaña 2024/25, la superficie sembrada con soja de primera en Entre Ríos alcanza las 700.000 hectáreas, informó la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.

Actualmente, el estado fenológico del cultivo varía entre V9 (nueve nudos en el tallo principal) y R3 (inicio de la formación de vainas). A nivel provincial, la distribución de la condición del cultivo es la siguiente:

Muy buena: 17 %

Buena: 50 %

Regular: 24 %

Mala: 9 %

Desde la última evaluación, se ha observado una disminución en la suma de las categorías “muy buena” y “buena”, que pasó del 90 % al 67 %, mientras que las categorías “regular” y “mala” aumentaron del 10 % al 33 %. Esta variación responde principalmente a la falta de precipitaciones durante aproximadamente un mes, coincidiendo con el período crítico del cultivo. Aunque en las últimas semanas se han registrado lluvias, estas fueron muy heterogéneas y, en algunos casos, inexistentes.

Las condiciones “regular” y “mala” se caracterizan por la pérdida de hojas, el aborto de flores y vainas, efectos que se intensifican en los lotes de menor calidad. Además, se ha registrado la presencia de plagas como arañuelas y trips, para los cuales se han implementado controles. Asimismo, se observa un aumento en los niveles de otras plagas, como orugas y chinches, lo que podría impactar negativamente en el rendimiento potencial de la soja.

Situación de la soja de segunda

En el ciclo actual, la soja de segunda ocupa una superficie cercana a las 600.000 hectáreas en la provincia. El cultivo se encuentra en un estado fenológico que varía desde V4 (un nudo en el tallo principal) hasta R1 (inicio de la floración). La condición del cultivo se distribuye de la siguiente manera:

Muy buena: 16 %

Buena: 50 %

Regular: 26 %

Mala: 8 %

Desde su implantación, la soja de segunda ha enfrentado dificultades, especialmente en las siembras tardías, lo que provocó pérdidas de plantas y, en consecuencia, una menor densidad de población por hectárea. A diferencia de la soja de primera, su condición no ha cambiado significativamente, ya que el cultivo aún transita las etapas vegetativas, en las cuales los requerimientos hídricos son menores y la capacidad de recuperación es mayor, siempre y cuando las lluvias se generalicen en la provincia.

En cuanto a plagas, se han detectado trips, arañuelas y orugas, lo que resalta la importancia de monitorear el estado sanitario del cultivo en las próximas semanas.

El comportamiento del clima en las próximas semanas será determinante para la evolución de la soja en Entre Ríos y su rendimiento final.

 

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