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Cooperativismo y equidad

por Pedro Aguer

En economía es frecuente hablar de ganancias y de pérdidas en relación con los costos, sin tener presente al hombre en su dimensión social.

Economía quiere decir orden en la casa. Luego se dan definiciones desde las diversas posiciones ideológicas.

En el cooperativismo nos referimos a la economía administrada democráticamente y a la igualdad de posibilidades, ya que en las empresas de este carácter todos los asociados gozan de iguales derechos y obligaciones.

Lo interesante, sin embargo, es la cuestión de la equidad. A cada uno lo que le corresponde de acuerdo al esfuerzo aportado.

Esto está ligado a la distribución de los excedentes que son lo que queda entre lo que se invirtió y los resultados logrados por la inversión.

Muchas veces se confunde con lo meramente llamado ganancia desde el punto de vista capitalista.

Se reclama que los excedentes se distribuyan por partes iguales. Pues no se repara en cual fue el esfuerzo aportado individualmente.

Además se protesta cuando se distribuyen respecto de los cargos que se desempeñan al distribuirse según las funciones, guardando correlación con las empresas de otro tipo.

Pero esto debe ser así en el compromiso del cooperativismo con la justicia.

Realizar tareas distintas jerárquicamente implica distintas responsabilidades.

Cubrir más horas de trabajo implica distinto tiempo dedicado a la empresa. Las capacitaciones distintas promueven distintas profesiones u oficios, y la eficiencia dará distintos resultados como ocurre con tareas determinadas.

Así hay cargos de carácter dirigencial y otros de menor jerarquía.

De esta manera se establece dentro de una empresa cooperativa lo que obtendrá cada uno de sus integrantes.

En las cooperativas de trabajo no existe un sistema salarial sino distribución equitativa al esfuerzo realizado, y a la jerarquía del cargo.

El cooperativismo se desarrolla con esta característica, que suele ser difícil de entender sin no se la explica adecuadamente al comienzo de la participación de un nuevo asociado o cuando nace una cooperativa.

Aclarando lo cual, con la suficiente información, se allanará el desempeño y se logrará que la armonía reine en el ámbito de esta forma empresarial de la solidaridad.

Vemos con preocupación que cuando se ofrece la forma cooperativa de asociación, en los planes sociales, no se echa la luz necesaria para evitar después comportamientos indeseables. No porque protestar esté mal, sino porque los dueños no protestan contra sí mismos, sino ponen manos a la obra para la solución. Si se empezara por la educación cooperativa no se vería a ninguna cooperativa cortando rutas o haciendo paros a la manera de protesta, pues todos los asociados sabrían que el ámbito donde se resuelven todos, absolutamente todos los problemas es el asambleario.

Sabrían los asociados que son dueños de la empresa, no empleados en relación de dependencia y que, por lo tanto, los dueños no hacen protestas callejeras, ni huelgas, contra su propia empresa.

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