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Detectan en Brasil dos casos atípicos de “vaca loca” y suspenden las exportaciones a China

Dos casos atípicos de encefalopatía espongiforme bovina (EEB), conocida como "enfermedad de la vaca loca", fueron detectados en Brasil, anunció hoy el Ministerio de Agricultura de ese país, que suspendió sus exportaciones de ganado a China.

Esta medida temporal, que se limita al gigante asiático, se tomó de acuerdo con un protocolo bilateral existente entre los dos países, aunque el ministerio aseguró que “no hay riesgo para la salud humana o animal”.

Según el comunicado de prensa, citado por la agencia AFP, se trata efectivamente de casos “atípicos”, en la medida en que la enfermedad apareció “de forma espontánea y esporádica, sin relación con la ingestión de alimentos contaminados”.

Los dos casos fueron detectados durante inspecciones sanitarias, en Minas Gerais (sureste) y Mato Grosso (centro-oeste), en bovinos “de edad avanzada”.

“Se trata del cuarto y quinto caso de EEB detectado en más de 23 años de vigilancia sanitaria de la enfermedad; Brasil nunca ha registrado un caso clásico de EEB”, dijo el ministerio, que notificó oficialmente a la Organización Internacional de Sanidad Animal (OIE).

Una situación similar ocurrió en junio de 2019, cuando Brasil también suspendió temporalmente sus exportaciones de ganado a China, luego de un caso atípico de EEB detectado en Mato Grosso, en una vaca de 17 años.

La EEB apareció por primera vez en Reino Unido en la década de 1980 y se extendió a numerosos países de Europa y de todo el mundo, causando gran preocupación entre los consumidores, y provocó una grave crisis en la industria de la carne vacuna.

En la Argentina nunca se han registrado casos de Vaca loca

El país ostenta el más alto nivel sanitario reconocido internacionalmente. El Senasa mantiene un plan de vigilancia para sostener este logro y salvaguardar la Salud Pública.

La Argentina esta reconocida por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) como país de riesgo insignificante con respecto a la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) – comúnmente llamada Mal de la Vaca loca –, el mejor nivel sanitario respecto de esta enfermedad – que nunca ha sido detectada en el territorio nacional-, al tiempo que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentario (Senasa) lleva adelante un programa de vigilancia para sostener el estatus logrado y contribuir a la salud pública de la población.

Esta condición sanitaria tiene, también, el aval de auditorías externas como la realizada en abril de 2014 por Australia y Nueva Zelanda que concluyó que la carne y los productos vacunos originarios de la Argentina son seguros para el consumo humano.

Para garantizar el cumplimiento de la prohibición de alimentar rumiantes con proteínas animales, el Senasa establece estrictas medidas a través de muestreos en los establecimientos (principalmente engorde a corral y tambos) que utilizan suplemento en la alimentación de los animales y en todas las firmas elaboradoras de este tipo de alimento.

La vigilancia sanitaria se realiza en los animales mayores a 24 meses dado que la EEB es una enfermedad progresiva cuyo periodo de incubación abarca, en promedio, entre cuatro y cinco años.

Asimismo, el Organismo lleva adelante acciones con el objetivo de evitar el ingreso de la enfermedad a nuestro país o detectarla de manera temprana y actuar en consecuencia.

Sobre el EEB

La EEB es el nombre científico de una enfermedad que es conocida coloquialmente como “enfermedad de las vacas locas” pertenece al grupo de enfermedades conocido como EET de los animales y que fue diagnosticada por primera vez en el Reino Unido en los años 80 (primera notificación 1986).

Es una afección degenerativa del sistema nervioso central de los bovinos incurable, que se caracteriza por la aparición de síntomas nerviosos en los animales adultos, que progresivamente, concluye con la muerte del animal y es transmisible por alimentos que contengan proteínas de rumiantes infectados.

La enfermedad es causada por un agente transmisible no convencional que es una proteína infecciosa denominada prion y se caracteriza por tener un periodo de incubación prolongado y variable en torno a los 4 ó 5 años, explica el Senasa.

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