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El principio de la preocupación por la comunidad

Columna sobre cooperativismo por Pedro Aguer.

Las cooperativas no solucionan todo. Ni prometen que lo van a hacer. Por esto mismo son creíbles. Nacen para solucionar lo que es posible que sea solucionado. Por lo tanto su proyecto es previsible, teniendo en cuenta un presupuesto concordante con los recursos con los que se cuenta para dar comienzo a la acción concreta.

Crear una empresa de este carácter significa que hay un problema que tiene que ver con las carencias propias de la escasez económica: falta de trabajo, la no cobertura de la seguridad, la insuficiencia de viviendas, sea cuantitativa como cualitativamente, adquirir tierra para ser trabajada, mejorar la producción, asegurar un consumo vinculado a la salud, cuando el transporte urbano de pasajeros o a distancia no responde a las demandas de la población, avanzar en los déficit educacionales cuando el Estado o los demás establecimientos de la enseñanza privada no alcanzan, y de este modo se van atendiendo las necesidades sociales.

Para que las instituciones sean creíbles, deben serlo sus actores.

La administración cooperativa por su funcionamiento democrático e igualitario, ofrece la transparencia que es inherente a la participación, apoyada por información y formación que, en tal sentido, está planteado en el principio de la educación de los asociados.

Si observamos con atención las falencias con las que nos encontramos, agravadas por la pandemia, hoy más que nunca debemos recurrir a las potencialidades de la solidaridad, el desarrollo de los proyectos no corren el riesgo de ser obstaculizados por las mezquindades personales o sectoriales; por cierto en la medida en que se cumplan los principios universales de la cooperación.

Así las cosas, vemos el ensamble entre los problemas de la sociedad y el cooperativismo que fundado en la autogestión evita que el Estado tenga que invertir en asistencia social mediante subsidios, promoviendo la financiación crediticia, que también puede encararse con cajas y bancos cooperativos. Ampliando la capacidad de maniobra reciclando los logros obtenidos mediante la constitución de federaciones y confederaciones, puede abordarse el comercio exterior.

“Si hay cooperación podemos ser solidarios y si tenemos solidaridad podemos progresar sin amos, es decir, en régimen de libertad y de justicia, emancipación social y económica” (José María Arizmendiarrieta).

por Pedro Aguer

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