Dios en la Tierra

Hoy el santoral celebra a San Hermenegildo

Fuente: ACI
13 Abril. Martes de la segunda semana de Pascua. El santoral celebra a San Martín I, San Marcelino Embrun y a San Hermenegildo.

Libro de los Hechos de los Apóstoles 4,32-37.

La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo era común entre ellos.
Los Apóstoles daban testimonio con mucho poder de la resurrección del Señor Jesús y gozaban de gran estima.
Ninguno padecía necesidad, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían
y ponían el dinero a disposición de los Apóstoles, para que se distribuyera a cada uno según sus necesidades.
Y así José, llamado por los Apóstoles Bernabé -que quiere decir hijo del consuelo- un levita nacido en Chipre
que poseía un campo, lo vendió, y puso el dinero a disposición de los Apóstoles.

Salmo 93(92),1ab.1cd-2.5.

¡Reina el Señor, revestido de majestad!
El Señor se ha revestido,

se ha ceñido de poder.
¡no se moverá jamás!
Tu trono está firme desde siempre,
tú existes desde la eternidad.

Tus testimonios, Señor, son dignos de fe,
la santidad embellece tu Casa
a lo largo de los tiempos.

Evangelio según San Juan 3,7b-15.

Jesús dijo a Nicodemo: ‘Ustedes tienen que renacer de lo alto’.
El viento sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíritu”.
“¿Cómo es posible todo esto?”, le volvió a preguntar Nicodemo.
Jesús le respondió: “¿Tú, que eres maestro en Israel, no sabes estas cosas?
Te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio.
Si no creen cuando les hablo de las cosas de la tierra, ¿cómo creerán cuando les hable de las cosas del cielo?
Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo.
De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto,
para que todos los que creen en él tengan Vida eterna.

Hoy se celebra a San Hermenegildo, mártir y “patrono de los conversos”

San Hermenegildo fue un príncipe visigodo que habiendo crecido bajo la influencia del arrianismo rompió lazos con este y se convirtió al catolicismo. Murió martirizado por mantenerse fiel a la Iglesia Católica, al negarse a recibir la comunión de manos de un obispo arrianista. Nació en Medina del Campo, Valladolid (España), alrededor del año 564.

El arrianismo es una herejía con base en la doctrina cristiana pero que distorsiona completamente la comprensión de la Santísima Trinidad y su dogma. Su origen se remonta a Arrio (Libia, 250 – Constantinopla, 336), que negaba la divinidad de Jesucristo sosteniendo que este había sido creado. El arrianismo fue adoptado por el pueblo visigodo y se convirtió en la práctica oficial.

El último monarca entre los visigodos que profesó esta herejía fue Leovigildo, padre de San Hermenegildo y quien afianzó la hegemonía de los visigodos en Hispania (España) entre 569 y 586.

San Hermenegildo, criado en el arrianismo, contrajo matrimonio en 576 con una princesa católica de origen franco, llamada Ingunda. Ella fue precisamente quien influiría en su conversión y acogida de la verdad católica.

Por otro lado, su padre contrajo segundas nupcias con Goswintha, viuda del rey Atanagildo, quien además era abuela de Ingunda y una fervorosa arriana anticatólica. Goswintha había intentado apartar a Ingunda del catolicismo. Ante la negativa de la joven y para zanjar el entredicho, en el año 579 el rey Leovigildo envió a Hermenegildo a la ciudad de Bética (hoy Córdoba, Andalucía) como gobernador.

Sin embargo, ante el insostenible fanatismo religioso de su madrastra y la severidad con que su padre trataba a los católicos en España, San Hermenegildo se vio obligado a tomar las armas para proteger a sus hermanos cristianos. Es decir, decidió alzarse en armas contra su padre, con el apoyo de Bética y Mérida, y se proclamó a sí mismo rey. Además, para verse fortalecido políticamente, hizo alianza con los bizantinos.

Tras cinco años de guerra civil, Hermenegildo fue derrotado y capturado en Sevilla por su padre. Después fue desterrado a Tarragona donde finalmente sería ejecutado de un mazazo en la cabeza, en la Pascua del año 585, luego de haberse negado a recibir la comunión de manos de un obispo hereje.

El rey Leovigildo murió en 586 y fue sucedido por el hermano de Hermenegildo, Recaredo, quien también se convirtió al catolicismo. Durante el III Concilio de Toledo (año 589), los principales representantes del pueblo godo hicieron profesión solemne de la fe católica. Aquel año (589) marcaría el inicio del vínculo entre España y el catolicismo, vínculo que se mantiene hasta hoy. Por otro lado, San Gregorio el Grande atribuye a los méritos de San Hermenegildo la conversión de su hermano Recaredo y de toda la España visigótica.

En 1585 Felipe II de España le pide al Papa Sixto V que autorice el culto al mártir Hermenegildo en todo el reino. Su festividad quedó fijada el día del aniversario de su muerte, es decir, el 13 de abril. San Hermenegildo fue canonizado por el Papa Urbano VIII en 1639, más de un milenio después, quien lo declaró “patrono de los conversos”. (Fuente: ACI)

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