Dios en la Tierra

Hoy es fiesta de San Félix de Nicosia, el humilde

Fuente: ACI
Martes de la novena semana del Tiempo Ordinario.

Epístola II Carta de San Pedro 3,12-15a.17-18.

esperando y acelerando la venida del Día del Señor! Entonces se consumirán los cielos y los elementos quedarán fundidos por el fuego.
Pero nosotros, de acuerdo con la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva donde habitará la justicia.
Por eso, queridos hermanos, mientras esperan esto, procuren vivir de tal manera que él los encuentre en paz, sin mancha ni reproche.
Tengan en cuenta que la paciencia del Señor es para nuestra salvación, como les ha escrito nuestro hermano Pablo, conforme a la sabiduría que le ha sido dada,
Hermanos míos, ustedes están prevenidos. Manténganse en guardia, no sea que, arrastrados por el extravío de los que hacen el mal, pierdan su firmeza.
Crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria, ahora y en la eternidad!

Salmo 90(89),2.3-4.10.14.16.

Antes que fueran engendradas las montañas,
antes que nacieran la tierra y el mundo,
desde siempre y para siempre, tú eres Dios.
Tú haces que los hombres vuelvan al polvo,

con sólo decirles: “Vuelvan, seres humanos”.
Porque mil años son ante tus ojos
como el día de ayer, que ya pasó,
como una vigilia de la noche.

Nuestra vida dura apenas setenta años,
y ochenta, si tenemos más vigor:
en su mayor parte son fatiga y miseria,
porque pasan pronto, y nosotros nos vamos.

Sácianos en seguida con tu amor,
y cantaremos felices toda nuestra vida.
Que tu obra se manifieste a tus servidores,
y que tu esplendor esté sobre tus hijos.

Evangelio según San Marcos 12,13-17.

Le enviaron después a unos fariseos y herodianos para sorprenderlo en alguna de sus afirmaciones.
Ellos fueron y le dijeron: “Maestro, sabemos que eres sincero y no tienes en cuenta la condición de las personas, porque no te fijas en la categoría de nadie, sino que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios. ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no? ¿Debemos pagarla o no?”.
Pero él, conociendo su hipocresía, les dijo: “¿Por qué me tienden una trampa? Muéstrenme un denario”.
Cuando se lo mostraron, preguntó: “¿De quién es esta figura y esta inscripción?”. Respondieron: “Del César”.
Entonces Jesús les dijo: “Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios”. Y ellos quedaron sorprendidos por la respuesta.

Amén

Hoy es fiesta de San Félix de Nicosia, el humilde

San Félix fue un humilde fraile de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos que practicó enormes austeridades y manifestó su amor a Dios a través de la caridad y la obediencia.

Durante gran parte de su vida de sacerdote ejerció el oficio de limosnero. Cada día recorría las calles del pueblo llamando a las puertas de los ricos, invitándolos a compartir sus bienes, y a las de los pobres, para ofrecerles ayuda en sus necesidades.

Siempre daba las gracias, cuando le hacían donativos y también cuando lo rechazaban de mala forma, diciendo: “Sea por amor de Dios”.

Aunque era analfabeto, conocía bien las Sagradas Escrituras y la doctrina cristiana, pues se esforzaba por retener en la memoria los pasajes bíblicos y los textos de libros que se leían en el convento durante la comida; también retenía lo que escuchaba durante las predicaciones en las iglesias de Nicosia.

San Félix nació en la ciudad siciliana de Nicosia (Italia) en el año 1715 con el nombre de Filippo Giácomo, en el seno de una familia humilde y religiosa.

A los 20 años, pidió su admisión en el convento de los capuchinos para que fuera aceptado como lego, ya que, por ser analfabeto no podía ser clérigo. Fue rechazado durante 8 años hasta que finalmente admitido.

Hizo su profesión el 10 de octubre de 1774 y lo mandaron al convento de Nicosia.

Era muy devoto de la Eucaristía (se pasaba horas ante el sagrario), la Virgen de los Dolores (llevó en su pecho durante treinta años una estampa de la Virgen) y la Pasión de Cristo (pasaba mucho tiempo con los brazos en cruz meditando el crucifijo).

Murió el 31 de mayo de 1787 en el convento de Nicosia, a la edad de 78 años. Fue Beatificado el 12 de Febrero de 1888 por el Papa León XIII y Canonizado el 23 de Octubre del 2005 por el Papa Benedicto XVI.

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