Dios en la Tierra

Hoy es la fiesta de San Pancracio, patrono de los jóvenes que buscan trabajo

Cuarto Domingo de Pascua. Comentario del día : San Gregorio Magno. “Yo os doy la vida eterna”.Evangelio según San Juan 10,27-30.

1ª Lectura Hech 13, 14. 43 – 52

En aquellos días: Pablo y Bernabé continuaron su viaje, y de Perge fueron a Antioquía de Pisidia. El sábado entraron en la sinagoga y se sentaron. Cuando se disolvió la asamblea, muchos judíos y prosélitos que adoraban a Dios siguieron a Pablo y a Bernabé. Estos conversaban con ellos, exhortándolos a permanecer fieles a la gracia de Dios. Casi toda la ciudad se reunió el sábado siguiente para escuchar la Palabra de Dios. Al ver esa multitud, los judíos se llenaron de envidia y con injurias contradecían las palabras de Pablo. Entonces Pablo y Bernabé, con gran firmeza, dijeron: “A ustedes debíamos anunciar en primer lugar la Palabra del Señor, pero ya que la rechazan y no se consideran dignos de la Vida eterna, nos dirigimos ahora a los paganos. Así nos ha ordenado el Señor: ‘Yo te he establecido para ser la luz de las naciones, para llevar la salvación hasta los confines de la tierra’”. Al oír esto, los paganos, llenos de alegría, alabaron la Palabra de Dios, y todos los que estaban destinados a la Vida eterna abrazaron la fe. Así la Palabra del Señor se iba extendiendo por toda la región. Pero los judíos instigaron a unas mujeres piadosas que pertenecían a la aristocracia y a los principales de la ciudad, provocando una persecución contra Pablo y Bernabé, y los echaron de su territorio. Estos, sacudiendo el polvo de sus pies en señal de protesta contra ellos, se dirigieron a Iconio. Los discípulos, por su parte, quedaron llenos de alegría y del Espíritu Santo.

2ª Lectura Apoc 7, 9. 14b – 17

Yo, Juan, vi una enorme muchedumbre, imposible de contar, formada por gente de todas las naciones, familias, pueblos y lenguas. Estaban de pie ante el trono y delante del Cordero, vestidos con túnicas blancas; llevaban palmas en la mano. Y uno de los Ancianos me dijo: “Estos son los que vienen de la gran tribulación; ellos han lavado sus vestiduras y las han blanqueado en la sangre del Cordero. Por eso están delante del trono de Dios y le rinden culto día y noche en su Templo. El que está sentado en el trono extenderá su carpa sobre ellos: nunca más padecerán hambre ni sed, ni serán agobiados por el sol o el calor. Porque el Cordero que está en medio del trono será su Pastor y los conducirá hacia los manantiales de agua viva. Y Dios secará toda lágrima de sus ojos”.

Evangelio Juan 10, 27 – 30

Jesús dijo:
“Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos. Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre. El Padre y yo somos una sola cosa”.

Propósitos

En esta semana sería bueno dejarnos pastorear por Cristo, ¿Cómo podremos aterrizar lo de oír su voy y seguirlo ? Y por otro lado pensar qué pastoreo Él mismo espera de nosotros…

¡Amén y Adelante!

Feliz día del buen Pastor! No te olvides de rezar por mi, por todos los sacerdotes y por las vocaciones…
Abrazo!

P. Alfredo Nicola
(Argentina)

Hoy es la fiesta de San Pancracio, patrono de los jóvenes que buscan trabajo

San Pancracio fue un joven romano convertido al catolicismo, que luego sufrió el martirio a los 14 años en el día de su bautismo.

Nació en Frigia, una antigua región de Asia Menor que ocupaba la mayor parte de la península de Anatolia, por el año 289 d.C.

Su padre fue un noble pagano que falleció cuando el niño tenía siete años. Pancracio se mudó con un tío llamado Dionisio y se trasladaron a Roma.

Ambos fueron evangelizados por un criado cristiano y se convirtieron a la religión católica. Después de ser bautizados y recibir la comunión, se despojaron de muchas posesiones en favor de los pobres.

Cuando el emperador Diocleciano decretó la última persecución del imperio romano contra el cristianismo, al poco tiempo Pancracio fue denunciado. Le dijeron al emperador: “El hijo de Cleonio de Frigia se ha hecho cristiano y está distribuyendo sus haciendas entre viles personas; además, blasfema horriblemente contra nuestros dioses”.

Diocleciano mando llamar a Pancracio y conversó largo tiempo con él, tratando de persuadirlo a que renuncie a Jesucristo. Al no lograrlo le condenó a muerte.

En el lugar del martirio Pancracio se arrodilló, levantó los ojos y las manos al cielo, dando gracias al Señor porque había llegado a ese momento. Luego le cortaron la cabeza.

El Papa Vitaliano envió sus reliquias desde Roma a Inglaterra para evangelizar y para instalar en los altares. Además, San Agustín de Canterbury le dedicó la primera Iglesia de Inglaterra.

San Pancracio es representado muy joven, casi niño, vestido con la túnica romana o con el traje militar y con los atributos de mártir. Es considerado como el santo de los afligidos por la pobreza.

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