Dios en la Tierra

Hoy se celebra la fiesta de San Luis Beltrán

09 Octubre. Viernes de la vigesimoséptima semana del Tiempo Ordinario.

Carta de San Pablo a los Gálatas 3,7-14.

Hermanos:
Reconozcan, entonces, que los verdaderos hijos de Abraham son los que tienen fe.
La Escritura, previendo que Dios justificaría a los paganos por la fe, anticipó esta buena noticia a Abraham, prometiéndole: En ti serán bendecidas todas las naciones.
De esa manera, los que creen son los que participan de la bendición de Abraham, el creyente.
En efecto, todos los que confían en las obras de la Ley están bajo una maldición, porque dice la Escritura: Maldito sea el que no cumple fielmente todo lo que está escrito en el libro de la Ley.
Es evidente que delante de Dios nadie es justificado por al Ley, ya que el justo vivirá por la fe.
La Ley no tiene en cuenta la fe, antes bien, el que observa sus preceptos vivirá por ellos.
Cristo nos liberó de esta maldición de la Ley, haciéndose él mismo maldición por nosotros, porque también está escrito: Maldito el que está colgado en el patíbulo.
Y esto, para que la bendición de Abraham alcanzara a todos los paganos en Cristo Jesús, y nosotros recibiéramos por la fe el Espíritu prometido.

Salmo 111(110),1-2.3-4.5-6.

Doy gracias al Señor de todo corazón,
en la reunión y en la asamblea de los justos.
Grandes son las obras del Señor:
los que las aman desean comprenderlas.

Su obra es esplendor y majestad,
su justicia permanece para siempre.
Él hizo portentos memorables,
el Señor es bondadoso y compasivo.

Proveyó de alimento a sus fieles
y se acuerda eternamente de su alianza.
Manifestó a su pueblo el poder de sus obras,
dándole la herencia de las naciones.

Evangelio según San Lucas 11,15-26.

Habiendo Jesús expulsado un demonio, algunos de entre la muchedumbre decían: “Este expulsa a los demonios por el poder de Belzebul, el Príncipe de los demonios”.
Otros, para ponerlo a prueba, exigían de él un signo que viniera del cielo.
Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: “Un reino donde hay luchas internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra.
Si Satanás lucha contra sí mismo, ¿cómo podrá subsistir su reino? Porque -como ustedes dicen- yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul.
Si yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul, ¿con qué poder los expulsan los discípulos de ustedes? Por eso, ustedes los tendrán a ellos como jueces.
Pero si yo expulso a los demonios con la fuerza del dedo de Dios, quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a ustedes.
Cuando un hombre fuerte y bien armado hace guardia en su palacio, todas sus posesiones están seguras,
pero si viene otro más fuerte que él y lo domina, le quita el arma en la que confiaba y reparte sus bienes.
El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.
Cuando el espíritu impuro sale de un hombre, vaga por lugares desiertos en busca de reposo, y al no encontrarlo, piensa: ‘Volveré a mi casa, de donde salí’.
Cuando llega, la encuentra barrida y ordenada.
Entonces va a buscar a otros siete espíritus peores que él; entran y se instalan allí. Y al final, ese hombre se encuentra peor que al principio”.

Amén

Hoy celebramos la fiesta de San Luis Beltrán, patrono de Colombia

San Luis Beltrán (1526-1581), cuya fiesta se celebra cada 9 de octubre, fue un misionero español, perteneciente a la Orden de Predicadores (dominicos), quien evangelizó el norte de Colombia (Nueva Granada, Virreinato de Nueva Granada) ganando muchas almas para Dios entre las poblaciones indígenas. Hoy es Patrono de ese país.

San Luis Beltrán nació en Valencia, España, en 1526. Fue bautizado en la misma pila bautismal donde 175 años antes fue bautizado San Vicente Ferrer, con quien guardaba parentesco por la familia de su padre.

Ingresó a la Orden de Santo Domingo en 1544 y fue ordenado sacerdote por Santo Tomás de Villanueva. San Luis destacaba por su prudencia, discernimiento y la claridad para brindar consejos. En cierta ocasión, Santa Teresa de Ávila le consultó sobre si debía fundar un convento en su ciudad. San Luis Beltrán le respondió: “El asunto sobre el cual me pide información es tan importante que me dediqué por varios días a pedirle a Nuestro Señor que me iluminara lo que le debía responder”. “Ahora le digo que sí, que lo debe fundar. Y le añado una noticia más: su comunidad va a ser tan ayudada por Dios, que dentro de cincuenta años será una de las más importantes en la Iglesia Católica”.

En 1562 fue enviado como misionero a América y, según los escritos que él mismo dejó, bautizó a más de 15 mil indios. En 1568 fue elegido Prior del convento de Santo Domingo, en Santa Fe de Bogotá. Sus enemigos más peligrosos fueron algunos encomenderos españoles que solían maltratar a los indígenas. Estos buscaron la oportunidad para hacerle daño y, en una ocasión, intentaron matarlo. Un hombre le alcanzó un vaso con agua envenenada pero San Luis la bendijo antes de tomarla. Acto seguido, el vaso se rompió en pedazos. Son muchísimos los relatos de hechos portentosos y milagros obrados por este santo varón.

En 1569 regresó a Valencia para ser maestro de novicios, tal y como lo había hecho muchos años antes. Allí se dedicaría a la formación de los futuros misioneros que irían a América. San Luis Beltrán, en sus últimos años, padeció diversas enfermedades y achaques. Murió el 9 de octubre de 1581.

Hoy se inicia la novena a San Lucas, Evangelista

El próximo 18 de octubre se celebra la fiesta de San Lucas, el autor del tercer Evangelio, de los Hechos de los Apóstoles y el que más trata sobre la Virgen María.

San Lucas no conoció a Jesús, pero sí a Pablo, de quien fue su discípulo. Es el único escritor del Nuevo Testamento que no es israelita y dirigió su mensaje a los cristianos gentiles.

En su Evangelio resalta la especial atención por los pobres, los pecadores arrepentidos y la oración.

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