Se llevó a cabo una reunión, con el fin de unir recursos para la recuperación de la actividad afectada por las inundaciones.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y el Ministerio de la Producción de Entre Ríos mantuvieron una reunión en la que definieron acciones comunes para el fortalecimiento del sector apícola en materia de sanidad.
El encuentro, celebrado el pasado 4 de mayo en la sede del Centro Regional Entre Ríos del Senasa, en la ciudad de Concordia, contó con la participación de la directora de Producciones Pecuarias Alternativas del Ministerio de la Producción de la provincia, Noemí Altamirano, y el coordinador temático de Sanidad Animal del Centro Regional, Cristian Gómez.
Los funcionarios analizaron el panorama del sector apícola, teniendo como marco el escenario de precipitaciones e inundaciones, con las consecuentes pérdidas económicas que afectaron a la provincia de Entre Ríos. En ese sentido, se diseñó la logística de los muestreos para el 2016, para el control de las enfermedades de loque americana y varroosis en 80 apiarios distribuidos en toda la región.
Como metodología se acordó trabajar en la confección de las encuestas apícolas y el avance en la implementación de un plan sanitario provincial obligatorio para todos los productores apícolas. También se definió coordinar la inscripción en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (Renspa) de los apicultores inscriptos en el Registro Nacional de Productores Apícolas (Renapa).
En otro orden, se analizaron los movimientos de la provincia, mediante el Documento de Tránsito Electrónico (DTe) hacia provincias vecinas, y se coincidió en desarrollar un laboratorio de referencia para la actividad.
La apicultura en Entre Ríos
La apicultura entrerriana es una actividad productiva estacional, que actualmente se encuentra en una situación vulnerable, ya que su época de producción y cosecha de la miel coincidió con el fenómeno de El Niño.
En casi toda la provincia, esta actividad tiene dos etapas de producción y cosecha: la primera etapa de cosecha es en diciembre / enero, período en que se ve el resultado de las floraciones realizadas durante la estación primaveral. La segunda etapa viene acompañada con otro tipo de flora y se concreta en marzo / abril, extendiéndose hasta fines de abril y un poco más en algunos casos.
Por lo tanto, los productores no sólo vieron afectada su producción desde diciembre con las intensas lluvias que en poco tiempo arrasaron con sus colmenas, al perder material vivo, sino con las dificultades posteriores como la falta de ámbitos de floración y la humedad del ambiente que trae aparejado enfermedades sanitarias.
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