Agricultura Destacada

La soja en Entre Ríos registra una leve recuperación luego de las lluvias

Las precipitaciones llegaron en un momento clave para modificar el panorama de la soja de primera. La recuperación de soja de segunda luego de las lluvias comienza a notarse.

Lluvias

Durante el jueves 20 algunas lluvias ingresaron al sur del territorio entrerriano acopladas a lo que sucedía en el norte bonaerense. En la vecina provincia, las precipitaciones se acentuarían de manera significativa durante el viernes, sin embargo, las lluvias más generalizadas llegaron al centro sur de ER cambiando del sábado para el domingo. Desde entonces y hasta avanzado el día miércoles, se fueron produciendo eventos de lluvias dispersas y volumen muy irregular en toda la provincia. En el mapa no se computan las precipitaciones  se observaron sobre los departamentos del norte el día miércoles pasado, donde los registros también fueron muy dispares, entre 10 y 40 milímetros.

Como podemos observar en el mapa, el centro este y sudeste provincial recibieron las lluvias más copiosas, sumando en el oeste a gran parte del departamento Paraná. La oferta de agua, ha vuelto a tener una performance pobre sobre gran parte de Victoria y sur de Diamante, comportamiento que se refleja del lado santafesino. O sea los datos corroboran el despliegue heterogéneo de las precipitaciones, la recuperación pluvial está, pero no en todos los sectores el beneficio ha sido el mismo.

“Las condiciones del tiempo se perfilan estables para los próximos días, con temperaturas máximas que no crecen demasiado. Posiblemente entre lunes y martes pueden concretarse algunas precipitaciones menores, sin embargo, no se prevé que durante los próximos siete a diez días se registren eventos pluviales destacados. Por lo pronto no se está previendo una circulación de aire que reponga situaciones de ola de calor. Es decir, podemos volver a registros térmicos veraniegos, pero no a condiciones de calor extremo, al menos por ahora”, afirmó la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, a través de su Sistema de Información (SIBER).

Reservas

Acompañando el comportamiento pluvial desde que se cortó la sequía, los corredores del centro y parte del este de la provincia son los que se llevan la mejor parte en esta recuperación. La contraparte se da sobre el sudoeste, principalmente en las zonas productivas de Victoria, donde el balance hídrico no logra salir de la categoría sequía. Hacia el norte provincial también falta agua, como dijimos, ayer ha llovido algo más en la zona, pero difícilmente la zona quede conforme con lo acopiado durante el mes de enero.

Esta recuperación de las precipitaciones es muy bienvenida, sin embargo al hacer un análisis cruzando las necesidades con la oferta, vemos que en muchos sectores la misma ha sido insuficiente. De ahí la gran dispersión de situaciones que quedan representadas en el mapa. En términos cuantitativos y a gran escala, las zonas que lograron acopiar precipitaciones superiores a los cien milímetros, seguramente estarán dentro de las áreas con balance hídrico positivo. Por otro lado, menos de cien milímetros y considerando el arrastre deficitario de diciembre, es poco para sacar los perfiles de la sequía. Esto no quiere decir que el alivio no se haya notado, estamos remarcando, que estas zonas quedan más vulnerables de cara al mes de febrero.

Seguramente desde la reaparición de las precipitaciones, los lotes de soja han sido los principales beneficiarios de esta mejora. Por otra parte, el ambiente húmedo y la menor hostilidad térmica, han generado un escenario con gran potencial para poder aprovechar estas mejoras pluviales. Las lluvias observadas también, en general, no han estado asociadas a eventos de tiempo severo, es decir los volúmenes se han logrado por la continuidad más que por la intensidad, algo que siempre es más conveniente a la hora de recargar perfiles, sobre todo cuando se viene de un escenario tan seco. La continuidad de las precipitaciones no está garantizada, pero difícilmente volvamos a un escenario tan seco como el anterior.

Soja de primera

El SIBER reportó que el estado fenológico de la oleaginosa se ubica desde V8 (8 hojas desarrolladas) a R3 (comienzo de formación de vainas).

Sobre la condición del cultivo a nivel provincial, sostuvo que se encuentra

Muy buena en un 3 %

Buena en 59 %

Regular en un 32 %

Mala en un 6 %

“Se puede observar que luego de las precipitaciones hubo un cambio positivo en la oleaginosa, en los últimos quince días esta variación fue del 9 % en la suma de las variables muy buena y buena, que se modificó del 53 al 62 %. En contrapartida, la condición regular y mala reflejó una disminución del 9 %, ya que descendió del 47 a 38 %”, destacó el reporte semanal. A su vez, indicó que los colaboradores destacan que la recuperación depende en gran medida del tipo de suelo y barbechos realizados a tiempo.

Además, señaló que “dentro de la categoría regular hay sectores que fueron afectados con pérdidas de hojas basales o flores y otros que prácticamente no presentaron mejoría, como la zona de barreros donde hubo muerte de plantas. También existen áreas donde el cultivo no alcanzó a cubrir el surco debido al escaso desarrollo que provocó la sequía. Ambas zonas presentan inconvenientes reiterados en el control de malezas (como yuyo colorado, capín, rama negra entre otros)”.

En relación al estado sanitario, el sistema de información sostuvo que siguen elevadas las poblaciones de arañuelas y se suman individuos de orugas y chinches en menor medida.

Soja de segunda

Por otro lado, destacó que la fenología de soja de segunda se presenta mayoritariamente en estado vegetativo, desde V7 (7 hojas desarrolladas) a escasos lotes en R1 (comienzos de floración).

La condición del cultivo a nivel provincial es la siguiente:

Muy buena 4 %

Buena 58 %

Regular 34 %

Mala 4 %

El SIBER observa que desde la última evaluación realizada hace quince días, las categorías muy buena y buena se incrementaron 23 %, ya que se encontraban en el 39 % y ascendieron a 62 %.

“En el caso de los lotes que lograron buenas implantaciones, la recuperación del cultivo luego de las lluvias comienza a notarse y como aún la oleaginosa no ingresó al período reproductivo, se estima que no resignaron tanto potencial de rendimiento. Esto marca la diferencia con soja de primera que transitó parte del periodo crítico del cultivo en sequía, por lo tanto, la capacidad de recuperación fue menor”.

También hubo lotes con escaso crecimiento donde las plantas no alcanzaron a cubrir los rastrojos, sectores que se secaron y lotes que se perdieron por completo. Al igual que soja de primera es alto el porcentaje de arañuelas y trips en el cultivo.

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