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La tormenta de Santa Rosa

En fechas cercanas al 30 de agosto de cada año, se suele esperar la ocurrencia de una fuerte tormenta a la que se denomina “Tormenta de Santa Rosa”, en coincidencia con la festividad de Santa Rosa de Lima, Patrona de la Iglesia Católica de Lima, de Hispanoamérica, de las Filipinas y de las Indias Orientales. Se cree además, que se trata de una de las peores tormentas del año.

Según el Vocabulario Meteorológico Internacional de la Organización Meteorológica Mundial, se denomina “tormenta” a la descarga brusca de electricidad atmosférica que se manifiesta por un resplandor breve y por un ruido seco o estruendo sordo. Las tormentas se asocian a nubes convectivas, las que en algunas ocasiones, generan precipitaciones intensas en forma de chaparrón de lluvia, granizo o nieve, así como también, vientos fuertes.

El invierno no es una estación muy frecuentada por las tormentas, dado que estas para su desarrollo, requieren de ciertas condiciones atmosféricas y energéticas que son más comunes en la primavera y el verano. Sin embargo, ya a fines de agosto aumenta la disponibilidad de energía del Sistema Climático terrestre y se dan cambios en la circulación atmosférica regional.

La presencia de aire cálido y húmedo proveniente del norte, sumado al aumento de la radiación solar sobre el suelo y a la frecuente entrada de perturbaciones sinópticas desde el oeste en niveles medios de la atmósfera, puede dar lugar a la aparición del fenómeno de manera más temprana, al final del invierno, en fechas cercanas al 30 de agosto, día que se celebra la festividad de Santa Rosa de Lima. Estas perturbaciones se producen debido a que el polo sur se mantiene aún muy frío mientras la mayor parte del país comienza a calentarse por el aumento en la entrada de energía solar. Si bien popularmente se espera que la tormenta de Santa Rosa sea más fuerte que cualquier otra, esto no tiene por qué ser siempre así.

Un estudio realizado para el período que va del 25 de agosto al 4 de septiembre, muestra que en sólo 62 de los últimos 112 años (1906-2017), hubo al menos una tormenta en la Ciudad de Buenos Aires, lo que representa el 55% del total, es decir ue hubo presencia de tormentas en alrededor de la mitad de los casos. Aclaramos que este fenómeno no se observa en todo el país, sino en la franja este y centro, donde se las dan condiciones más húmedas.

Fuente : Servicio Meterológico Nacional

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