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“Las cooperativas, empresas de puertas abiertas”

por Pedro Aguer

El principio adhesión libre y voluntaria, suele llamar a confusión, en tanto su razón implica que todo aquel que desee formar parte de una cooperativa puede hacerlo, pero la ley 20.337 marca las excepciones de carácter jurídico. No obstante es muy importante tener en cuenta que así como existe el derecho de adhesión, existe también el derecho de admisión.

Por lo general esto sucede cuando las empresas ya constituidas cuentan con la cantidad de asociados suficiente para cumplir su objetivo o la persona que presenta la solicitud de ingreso no se adecua a las características requeridas.

Así las cosas, es muy importante que quienes son asociados deban resolver en asamblea tanto la admisión como el rechazo.

Así es la democracia en las cooperativas. Predomina el consenso sobre las decisiones personales.

La administración de la empresa debe ser de puertas abiertas también adentro.

Los asociados deben estar informados de las actividades cotidianas, de lo que se va a comprar o vender, de lo que se hará y cómo y con quién.

El gerente cumple un rol de gran responsabilidad porque sus tareas estarán observadas continuamente y deberá ser comunicativo de tal modo que nada esté o quede a oscuras. Su responsabilidad administrativa debe estar ligada a la de informar.

Puertas abiertas implica transparencia en el quehacer.

Los asociados pueden pedir toda información que consideren necesaria. De no ser atendidos pueden convocar a Asamblea Extraordinaria. Lo que no debe eximirlos de la consiguiente Asamblea Ordinaria. Ësta es anual y se debe tratar el balance y el informe de síndico, indefectiblemente, aquélla puede ser convocada en cualquier momento, para tratar el tema que sea motivo de su convocatoria.

El poder del asociado está en la asamblea. Ésta es la autoridad máxima de la cooperativa.

Es bueno tener estas cosas en claro para que la empresa no caiga en el vicio del gerentismo, o sea motivo de atención de unos pocos, lo cual será siempre en detrimento del conjunto.

Cooperativismo quiere decir participación, es decir ocupación de todos en la empresa que es de todos. Su proyecto es revolucionario. Quienes ingresan asumen una progresiva actitud de cambio.

A medida que los asociados tengan este concepto debidamente asumido la empresa será cada vez más eficaz y eficiente.

Tendrá sus puertas abiertas para que se vea lo que en ella sucede y sus dueños, los asociados, se verán inclinados a participar con naturalidad,,, que es como debe ser.

Por lo general los fracasos de las empresas cooperativas se deben a la oscuridad de su administración, es decir, por culpa de lo poco que en ella se ve y de los pocos que tienen acceso a su funcionamiento.

Desnaturalizándose así su esencialidad.

Recordamos que en esencia una cooperativa nace por una necesidad sentida y que la clave de su perdurabilidad reside en la transparencia y la honradez administrativa como en la participación contiua de los asociados.

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