La relación insumo-producto sigue siendo desfavorable tanto para productores locales como internacionales, en un contexto marcado por los elevados costos de los granos y la urea. Por su parte, los precios de los fertilizantes fosfatados, como el MAP y el DAP, se mantienen estables entre 780 y 790 dólares FCA. Sin embargo, tras la siembra gruesa, la demanda de estos insumos es prácticamente nula.
En este panorama, los productores esperan señales del mercado, que podrían venir de ajustes en los precios de los fertilizantes, movimientos en los commodities agrícolas, cambios en los valores de alquileres o estatales, como una devaluación o reducción de retenciones, que permitirá recuperar la rentabilidad y tomar decisiones estratégicas para la próxima campaña agrícola.
En cuanto a los precios internacionales, se registraron aumentos generales de 10 dólares por tonelada, mientras que en Argentina los ajustes fueron mayores, con alzas de entre 15 y 20 dólares en la última semana y expectativas de un incremento adicional de 10 dólares próximamente.
A pesar de la baja demanda local, los fertilizantes líquidos se presentan como una alternativa competitiva para la fertilización nitrogenada, especialmente en un contexto de altas temperaturas. Estos productos mantienen sus precios previos al rally alcista de la urea y muestran un leve movimiento en el mercado, aunque la relación unidades de nitrógeno de líquidos versus urea se encuentra por debajo de la histórica.
Aquí el informe completo
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