Agricultura Destacada

Trigo: panorama positivo para el nuevo ciclo

Con una intención de siembra de 6.500.000 hectáreas, el cereal inicia la campaña 2021 con buenas perspectivas en la Argentina. Si bien todavía falta recomponer la disponibilidad de agua en regiones del sur del área triguera, especialistas en trigo del INTA analizan las oportunidades del cereal para el nuevo ciclo agrícola.

Según el informe precampaña de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), “el precio del grano, su rol como cultivo de servicio –tanto como cobertura vegetal invernal o para cumplir los planes de rotación–, el reabastecimiento de humedad en el perfil y las necesidades financieras previo a la campaña gruesa, sostendrían una intención de siembra similar a la del año pasado, es decir: una superficie de 6.500.000 hectáreas”.

Bajo este contexto, “la siembra de trigo durante el ciclo 2021/22 refleja -a nivel nacional- un incremento sobre la superficie promedio de las últimas 5 campañas de 6,6 %, y se ubica como la quinta superficie más grande en la serie histórica del Panorama Agrícola Semanal”, destaca el informe.

En Entre Ríos cabe recordar que la superficie sembrada con trigo en la campaña 2020/21 en la provincia de Entre Ríos se ubicó en 523.300 hectáreas (ha), lo cual representó un crecimiento interanual del 18 % (80.200 ha), según datos de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.

Fue el quinto año consecutivo que se registró un crecimiento en el área dedicada al cereal, además, es importante destacar que el ciclo 2020/21 es el de mayor superficie cultivada de las últimas dos décadas. La expansión de la superficie cultivada con trigo se asocia fundamentalmente a que al momento de la siembra la rotación trigo – soja de segunda era la que presentaba mayor rentabilidad para el productor.

El trigo es el cultivo de invierno más importante de la Argentina. Cultivado en gran parte del territorio nacional, para obtener buenos resultados es necesario tener en cuenta algunos factores, como: elección de cultivares de acuerdo al ambiente de producción, usar semilla de calidad con tratamiento adecuado para evitar la difusión de enfermedades, corregir el déficit de nutrientes en el suelo y un adecuado control de malezas, enfermedades y plagas.

“Para este nuevo ciclo, la intención de siembra es alta; las consultas de profesionales y productores sobre variedades y recomendaciones comenzaron a llegar más temprano, en comparación con años anteriores”, indicó Lucrecia Gieco, especialista en mejoramiento vegetal y referente en trigo del INTA Paraná –Entre Ríos–.

“Brindamos información sobre rendimiento en grano, calidad y sanidad, como insumo para la toma de decisiones frente a un nuevo ciclo agrícola”, dijo Gieco y aclaró: “Las condiciones de estrés hídrico ocurridas durante el año pasado fueron limitantes para expresar el potencial de rendimiento de los cultivares utilizados en la subregión triguera III”.

En cuanto a la recomendación de variedades para la subregión III, Gieco expresó que al igual que en otras unidades de INTA, anualmente se realizan ensayos comparativos de cultivares de trigo pertenecientes a la red de ensayos que coordina el Instituto Nacional de Semillas (INASE).

“No es común que el productor cambie todos los años de variedad. Sin embargo, hay un reemplazo de variedades cuando una enfermedad o plaga afecta el comportamiento de un genotipo determinado”, explicó la referente del INTA Paraná y añadió: “En la campaña 2020/21 se vieron valores altos de severidad de roya amarilla y roya de la hoja en cultivares difundidos de conocida susceptibilidad a la enfermedad, y que originaron pérdidas de rendimiento en los ensayos sin aplicación de fungicidas”.

Fuente: INTA

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