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Escarabajo “7 de oro”: Recomendaciones del INTA Balcarce para prevenir la mortandad animales

Juan Agustín García y Germán Cantón,  Técnicos del Servicio de Diagnóstico Veterinario Especializado del INTA Balcarce emitieron un documento respecto a la mortandad de Bovinos, equinos y ovinos asociada al consumo de alfalfa infestada con el escarabajo "7 de oro".

Primer caso registrado

A mediados de enero se visitó un establecimiento de cría bovina ubicado en el noroeste bonaerense ante la muerte de vaquillonas en corrales (Foto 1). Una semana antes habían comenzado a recibir alfalfa recién cortada y picada en comederos. A los 2 días se registraron algunas muertes que continuaron por una semana afectando a más del 10% del rodeo. Los animales manifestaron rechazo al consumo del forraje, decaimiento y diarrea severa (Foto 2).

Durante la visita se realizó la necropsia a 2 bovinos observando lesiones multifocales necrohemorrágicas fibrinosas, ulcerativas, en yeyuno, colon y recto, principalmente . El contenido intestinal era líquido y en algunas áreas, con sangre. La mucosa ruminal y del retículo se encontraba congestiva. La vejiga presentaba áreas de hemorragia multifocal y contenido mucoso. En el contenido ruminal se encontraron restos del escarabajo (Foto 3) confirmando su consumo. Al recorrer la alfalfa se confirmo una elevada cantidad de escarabajos en las inflorescencias (Foto 4).

Se están realizando mas estudios para confirmar la asociación causal entre el consumo de forraje con abundante presencia del escarabajo “7 de oro” y el cuadro clínico-patológico registrado en este episodio, así como en otros casos ocurridos en la región.

Encuesta y consultas

Simultáneamente a la ocurrencia de este episodio y ante las abundantes consultas recibidas luego de realizada la primera alerta sobre esta problemática por parte del Servicio de Diagnóstico Veterinario Especializado (SDVE) del INTA Balcarce, se difundió una encuesta para tratar de recolectar información que permita caracterizar mejor la problemática. Se recolectaron datos de 41 establecimientos con presencia del escarabajo.

Los datos arrojaron que la zona de mayor presencia del escarabajo es el norte bonaerense, sur de Santa Fe y Córdoba, y noreste de La Pampa (Foto 5). Aunque el 64% de los encuestados mencionó que ya otros años habían observado el escarabajo, la mayoría concuerda que la alta presencia en alfalfas fue llamativa este año, posiblemente relacionada a la ausencia de otros recursos de la alimentación habitual de este insecto (polen), asociado a las condiciones climáticas registradas en la región.

El 89% de los establecimientos observó el insecto en la alfalfa, y en menor medida en otros cultivos: maíz (21%), girasol (16%), soja (11%), sorgo (6%), asi como en cardos (16%).

En la mayoría de los registros incluidos en la encuesta (70%) se menciona la asociación entre el consumo de alfalfas con el escarabajo por distintas especies (bovinos, ovinos, equinos) con trastornos digestivos y mortandad durante el mes de enero. Estos episodios ocurrieron tanto en pastoreo directo de las alfalfas, así también como en el ofrecimiento de alfalfa cortada y picada (como había ocurrido en el primer caso al que asistió el SDVE), viendo una mayor afección de animales con el último método.

Los signos clínicos observados fueron: decaimiento, diarrea (con y sin sangre), cólicos y muerte súbita. Las tasas de morbilidad y mortalidad resultaron variables, siendo del 1-40% y el 1-10%, respectivamente. En las necropsias realizadas observaron el intestino y pre-estómagos
enrojecidos, con presencia del insecto en rumen (bovino y ovino) o estómago (equinos).

Astylus atromaculatus: comportamiento y manejo

Este escarabajo (Foto 6) es autóctono en Argentina, generalmente encontrado en cultivos como maíz, girasol y soja, principalmente, con tropismo por las floraciones de cultivos, pasturas o malezas, debido a su alimentación y su característica de polinizador.

Las características climáticas registradas durante los últimos meses que afectaron los cultivos de la región habrían provocado que el insecto busque otros nichos, como pudo ser alfalfas llevando a una elevada carga en las mismas. Siendo las alfalfas un importante recurso forrajero
en esta época del año en la región, habría provocado el desencadenamiento de estos episodios de mortandad por ingesta accidental del escarabajo, hecho del que no se tenía registro en la zona.

Existen escasos registros en la bibliografía internacional sobre la intoxicación por consumo de Astylus atromaculatus (Kellerman et al. 1972), describiendo signos y lesiones similares a las observadas y reportadas en estos casos registrados en la región. Al hacer la difusión de estos episodios en la región, algunos colegas mencionaron la ocurrencia de episodios similares previamente en la Argentina, aunque no existen registros bibliográficos de consulta disponibles.

Medidas preventivas

  • Evitar o minimizar el consumo de forrajes con elevada concentración del escarabajo, realizando una vigilancia constante de las pasturas destinadas a animales antes de su ingreso y durante el pastoreo.
  • Debido a sus características de alimentación, se podría evitar la alta carga de insectos al realizar un “despunte” o corte superficial de las pasturas, para reducir la presencia de inflorescencias, y así obligar al insecto a buscar otro
    nicho floral.
  • En lo posible pastorear alfalfas con un bajo nivel de floración (<20%) lo que disminuiría la carga de
    insecto.
  • El escarabajo posee mayor actividad diurna, por lo que el pastoreo durante estas horas permitiría que el mismo vuele a medida que los animales van avanzando en el pastoreo y así evitar ser consumidos accidentalmente.
  • Ante el posible riesgo de mantener toxicidad aún seco, aquellas alfalfas destinadas a reservas forrajeras, antes de realizar el corte y previo a henificar, controlar que no queden o que haya baja concentración de escarabajos.
  • Si se decidiera aplicar algún insecticida, consultar a un ingeniero agrónomo, y tener en cuenta que muchas de las opciones disponibles pueden tener bajo poder residual, haciendo que estos recursos forrajeros puedan volver a cargarse de escarabajos. Además, tener en cuenta el efecto adverso sobre otras especies de insectos benéficos.

Fuente: INTA Balcarce

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