“Dada la época del año, la sobreabundancia de lluvias de finales de mayo y la posterior persistencia del ambiente húmedo, permitió que los suelos incorporen en forma eficiente la carga pluvial, más allá de los excesos iniciales”, señaló el Sistema de Información de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (Siber).
En las últimas dos semanas, el territorio ha experimentado una ausencia notable de precipitaciones. Según los informes de las estaciones automáticas del Siber, se han registrado únicamente lloviznas y condensaciones menores, sin eventos pluviales significativos que puedan ser medidos mediante los instrumentos convencionales.
A pesar de esta escasez de lluvias, los mapas indican que las reservas de humedad se mantienen en niveles óptimos en la mayoría de las áreas, aunque se observa un ajuste hacia el norte. Sin embargo, en el centro norte de Corrientes, norte de Santa Fe y norte de Entre Ríos, la situación hídrica es más austera y se registra una disminución en las reservas de humedad. Afortunadamente, esta condición no representa un obstáculo significativo para la siembra de cultivos de invierno en las zonas donde su implantación es fundamental.
Si bien se espera que el ambiente se mantenga húmedo y con posibilidad de que los amaneceres con neblinas y bancos de niebla se vuelvan recurrentes, no se perfilan lluvias destacadas para los próximos días. Eventualmente entre el lunes y el martes próximo, las precipitaciones pueden reaparecer con milimetrajes bajos.
“De mantenerse este patrón pluvial, en términos estrictamente meteorológicos, el mes de junio podría cerrar con registros por debajo de los valores normales. Dada la coyuntura hídrica que atraviesa la provincia, en términos agronómicos, esto no genera ningún impacto. Difícilmente tengamos un julio que se repita en lluvias escasas”, afirmó el Siber.
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