Las escasas precipitaciones registradas en la primavera afectaron la producción de forraje del campo natural y pasturas, principal insumo en la alimentación de la ganadería de cría, recría y tambo, la sequía se profundiza día a día donde y entre las consecuencias se destacan:
– La tasa de crecimiento del campo natural muy baja o nula;
– El productor se ve obligado a vender animales para aliviar la carga animal en los campos;
– Las especies forrajeras tienen muy escaso desarrollo;
– La condición corporal del ganado presenta una caída interanual del 30 al 35 %;
– Hacia el Noreste (donde hubo algo más de lluvias), la vaca en campo natural tiene una condición corporal todavía aceptable pero que en el corto plazo se verá afectado;
– Las aguadas naturales se están secando y existen problemas a los molinos, ya que han bajado las napas y los productores se ven obligados a agregar caños para extraer agua a mayor profundidad.
Diego Wolf, compartió estas imágenes con Mundo Rural a través de las redes por lo que nos pusimos en contacto él y nos contó: “nosotros con mi padre tenemos ganadería, una pequeña cabaña en la que hacemos cría de reproductores y esta sequía nos está afectando fundamentalmente con el tema pasturas, se está secando todo, y no pudimos sembrar maíz para silo bolsa. Sembramos algo de sorgo, con alguna lluviecita pero salió muy poco, está muy ralo y las malezas muy tóxicas para los animales por que entre otras hay mucho yuyo sapo, es lo único que está avanzando. Por el momento lo que hay es un poco de alfalfa, pero ya casi no brota más”.
“Ahora está complicado y calculamos que se va poner peor, si en el verano no hay pasto, lo que va ser el invierno sin reservas”, reflexionó Diego y continúa diciendo “acá en la zona hay algunos que ya están vendiendo animales, por la falta de pasto. Se está liquidando mucha hacienda y lo peor, vientres, ¡ lo que lleva recuperar eso!, y a todo esto, el precio de la hacienda está pisado desde mayo y todo los demás subió un montón, con relación a lo que subió todo, la hacienda viene para atrás, los insumos, repuestos, gasoil, etcétera…todo para arriba”.
En ese sentido dijo Diego que “no se consigue gente para trabajar, otro gran problema, conseguir y los problemas que eso acarrea hoy con las leyes laborales”, y continúa “por el momento hacemos todo solos con mi padre. Si esto no cambia, las leyes laborales, impuestos, impuestos y impuestos, cuando mi padre no pueda trabajar más, tenemos que abandonar la producción”, lamenta.
El gobierno decretaría, según prometió el viernes pasado, la emergencia y/o desastre…sirve eso? -Serviría si durante la sequía no cobraran la tremenda cantidad de impuestos, pero el gobierno lo que hace es prorrogar el pago de impuestos, hay que pagarlos igual, y es una gran carga para nosotros.
La lechería en crisis
En el caso de la producción lechera y impacto es muy grave:
– La tasa de crecimiento de las pasturas muy baja o nula;
– Los lotes que han sido pastoreados no logran recuperarse para que el ganado ingrese nuevamente;
– No existió el pico de crecimiento en la producción forrajera a la salida del invierno e inicios de la primavera;
– El dólar soja (de septiembre y diciembre) distorsionó el precio de los concentrados y subproductos proteicos con suba del 50 %;
– No hay reservas de pasturas;
– El maíz destinado al consumo animal se está perdiendo, ya se han comenzado a pastorearlo;
– Están adelantando la elaboración de rollos o silos con el maíz porque las altas temperaturas generan un gran deterioro en la calidad del alimento que se puede lograr;
– El costo de elaboración de silos o rollos es elevado y se encarece en lotes de maíz de baja producción de materia seca;
– La calidad de los silos obtenidos posiblemente no es la adecuada debido a la baja concentración energética resultado de pocos granos por planta;
– En relación a noviembre del 2021 hay una caída interanual de producción del 20 % aproximadamente;
– Se estima reducir las vacas en ordeñe en diciembre y enero, lo cual generará una caída de producción del 30 al 40 %;
– Se están perdiendo lotes de sorgo forrajero y pasturas recientemente implantados;
– Existe un desfasaje entre el incremento del precio de la leche en relación a los insumos;
– En el último mes se registró una caída en la producción del 20 al 30 %.
“Nosotros no somos los únicos que padecemos esta sequía, este martes estuve acompañando a unos amigos en el reclamo de tamberos en la zona de Crespo, por la falta de rentabilidad, les pagan $ 60 el litro de leche y tienen un costo de $ 100. Acá en esta zona se están vendiendo los lotes de maíz para hacer algo de reserva, pero es mala calidad, la mayoría sin gramos, y la planta con mucho stress. Los tamberos ya están en situación terminal”, reflexiona Diego.
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