Agricultura

Lo que faltó, comienza a sobrar

Si bien el comienzo de abril se caracterizó por la llegada y permanencia de aire tropical a la región pampeana, la dinámica que favoreció el desarrollo de sistemas precipitantes superó todas las expectativas.

Los eventos que venían desde la segunda quincena de marzo con una frecuencia semanal comenzaron a replicarse en períodos más cortos y sobre todo ganando volumen. Las primeras señales de cambio se observaron en el centro de la zona núcleo pero luego, con el transcurso del mes, las lluvias alcanzaron hasta el sudoeste de BA.

Se puede observar que hay un epicentro muy marcado del máximo pluvial que se despliega en gran parte del norte de BA, centro sur de ER, centro sur de SF y las vecindades del este de CB. Se aprecian precipitaciones generosas que alcanzan el sudoeste de la región pampeana y que si bien no resolvieron la situación han permitido cortar la sequía, al menos meteorológicamente.

La comparación de los registros pluviales con las marcas estadísticas (1973-2017), refleja fundamentalmente la sobreoferta de agua que se ha observado en un vasto sector de la región pampeana, tomando principalmente la zona núcleo, extremadamente seca hasta finales de marzo.

Son reducidas las áreas que se mantuvieron deficitarias con el correr del mes de abril.

En cuanto al comportamiento térmico y acompañando la persistencia de masas de aire de origen tropical, las temperaturas han presentado desvíos positivos significativos en las principales áreas productivas del país. Según un informe del SMN, la temperatura media de abril, ha sido la más elevada de los últimos sesenta años.

Es muy probable que sin esta anomalía térmica y sin la presencia de aire tropical, las lluvias descriptas no se hubieran concretado. De hecho el comportamiento de abril responde más a la distribución de lluvias esperadas para marzo.

Si abril se hubiese comenzado como el típico período donde se concretan las primeras irrupciones de aire frío, posiblemente hoy estaríamos analizando la extensión de la sequía hacia el otoño y por ende un fuerte condicionamiento para el desarrollo de la fina. El mes de mayo comenzó sin presentar cambios de masa de aire y es altamente probable que este patrón térmico, más moderado, se sostenga por el resto del mes.

TENDENCIAS CLIMÁTICAS

El fenómeno de La Niña finalmente se ha resuelto convergiendo hacia un escenario neutral. A lo largo del mes de abril han persistido ligeras anomalías frías en el Pacífico Ecuatorial central, insignificantes como para tener una incidencia sobre el comportamiento atmosférico. Lo que está sucediendo con las zonas secas que persisten en el norte del área agrícola principal del sudeste de Sudamérica no responde a este fenómeno.

Obviamente lo más destacado que se presenta en el mapa de anomalías de las temperaturas oceánicas superficiales es el resurgir del calentamiento sobre el litoral Atlántico. Como ya hemos visto en los últimos años este tipo de anomalías tiene un impacto significativo sobre el comportamiento pluvial del área continental aledaña y bien pude considerarse fuertemente correlacionado con la rápida respuesta que ha experimentado el patrón pluvial del mes de abril.

Indicadores de Escala Regional

Las condiciones de circulación de escala regional son altamente favorables como para que se sigan concretando lluvias significativas en el corto y mediano plazo, incluso avanzando sobre zonas mediterráneas desde el norte del país hasta la Patagonia.

Por otra parte, el extremo noreste del país parece una zona que puede seguir vedada de las precipitaciones de importancia, lo cual constituye una fuerte anomalía, puesto que justamente es el área donde se retiran las lluvias a partir del mes de mayo.

En consecuencia hay una fuerte tendencia a romper el comportamiento estadístico de las precipitaciones durante mayo. El Sur de la Mesopotamia ya cubrió las marcas normales y en el desarrollo de esta primera quincena, este comportamiento ganaría un territorio mucho más vasto.

El cambio del patrón pluvial del mes de abril, ha quebrantado el panorama de normalización que se presentaba a finales de marzo y principios del mes pasado. Las lluvias normales no hubiesen bastado para conformar el escenario acomodado, por sectores holgados con que arrancará la fina.

Se preveía una situación mucho más ajustada que la que finalmente se está concretando. Esto es favorable en tanto y en cuanto las precipitaciones se encausen en la segunda parte de mayo o las anomalías no sean tan significativas en volumen.

CONCLUSIONES

De acuerdo al diagnóstico climático del último período y al análisis de los principales indicadores de escala global y regional, proyectamos el siguiente comportamiento pluvial y térmico para el próximo bimestre:

1. El cierre del otoño y la primera parte del invierno definirá un escenario con precipitaciones normales o superiores a las normales en gran parte de la región pampeana. Durante mayo no se esperan cambios significativos de masa de aire y esto ya condiciona hacia arriba el comportamiento de las lluvias. El intenso calentamiento del Atlántico parece instalado y persistente, lo cual ayuda a definir esta evolución hacia un escenario húmedo.

2. El este el NEA y el centro norte de la Mesopotamia parecen ser las zonas más proclives a quedarse limitadas en la recuperación de lluvias. Sobre las zonas agrícolas del NOA, las lluvias aún durante lo que resta de mayo pueden seguir siendo favorables.

3. La temperatura media del próximo trimestre (M-J-J) se ubicaría en lo normal o ligeramente por encima de lo normal en promedio. Igualmente se irán concretando esporádicamente irrupciones de aire frío, pero con una frecuencia posiblemente menor a la normal para el trimestre.

 

INFORME ELABORADO POR CCA (Consultora de Climatología Aplicada)

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