“Para lograr la calidad en la producción, se requiere de la protección desde la simiente”, indican los profesionales del Laboratorio de Semillas de la CACER, mientras señalan que “la semilla es el principal agente mundial de transmisión de patógenos, donde las enfermedades reducen la calidad de los productos o de las semillas impactando en el rendimiento y, por ende, en la economía del productor”.
Según la CACER la importancia de realizar el análisis de calidad radica en que permite mejorar la eficiencia de la semilla usada en la producción. Con el análisis se indica el porcentaje que pueden dar una plántula normal en condiciones óptimas, la cantidad y tipo de malezas que hay en la muestra, la proporción y peso de semillas del cultivar elegido, así como el peso de todo el material inerte (tierra, gluma, paja, etcétera). Esta herramienta sirve para realizar la siembra en la densidad exacta (kg de semilla/ha) y a su vez podrá decidir la utilización de fungicida para el tratamiento de las semillas. Con éstas prácticas, además se logrará una correcta emergencia del cultivo.
MUESTREO
Desde el Laboratorio recomiendan que la muestra sea representativa del lote completo. La toma correcta se basa en la extracción de cantidades elementales, cuyo número dependerá del tamaño y del peso del lote, luego se las debe unificar para obtener una muestra global que deberá ser enviada al laboratorio bien identificado.
LABORATORIO HABILITADO
Cabe recordar que el Laboratorio de Semillas de la Cámara Arbitral de Cereales de Entre Ríos está habilitado por el Instituto Nacional de Semillas (INASE) y posee habilitación para emitir certificados de análisis de semillas válidos según las reglas de la International Seed Testing Association (ISTA); de este modo, los resultados obtenidos cuentan con un nivel de confiabilidad, garantía y seguridad.
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