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Sequía en Entre Ríos: las reservas de agua se reducen y los cultivos sufren

La falta de lluvias en las últimas semanas ha provocado una reducción significativa de las reservas de agua en Entre Ríos, lo que está empezando a afectar a los cultivos.

Las reservas de agua se encuentran en un estado crítico, con un retroceso generalizado en toda la provincia. Algunas zonas del sur aún resisten sin caer en sequía, pero la situación es preocupante.

Las altas temperaturas y la falta de humedad han generado un escenario de estrés para los cultivos, especialmente para la soja y el maíz de segunda. Se observan pérdidas de hojas basales, acartuchamiento de las hojas y quemado en las puntas.

El maíz tardío y de segunda es el más afectado, con un 19% en estado regular. Los colaboradores indican que la situación sería reversible con el retorno de las lluvias y temperaturas más bajas.

El sorgo presenta un mejor estado general, con un 95% del área en condiciones muy buenas o buenas. Sin embargo, se ha observado la presencia de gusano cogollero, oruga militar tardía y pulgón.

El arroz también se encuentra en buen estado, con un 96% del área en condiciones muy buenas o buenas. No obstante, se empieza a evidenciar la escasez de agua en las arroceras.

Los pronósticos del tiempo indican que las lluvias podrían regresar a la provincia a partir del lunes. Se espera que las precipitaciones sean de gran cobertura y con milimetrajes acordes a la demanda de los cultivos. El piso de lluvias necesario para que las reservas recuperen niveles adecuados ronda los ochenta milímetros. Es prematuro asegurar que esta demanda será satisfecha, pero el cambio de patrón meteorológico se está configurando.

Ola de calor 

Durante esta última semana, se afianzaron las altas temperaturas a nivel generalizado, generalizando la ola de calor en gran parte del país, la cual, a la fecha, aún perdura en el territorio entrerriano y toda la franja norte del país, con un cambio sustancial en las provincias del sur de la región pampeana, donde desde el último sábado, las condiciones del tiempo se modificaron y comenzaron a volverse recurrentes las lluvias.
En efecto, el único alivio de estos últimos días, se observó cambiando del sábado para el domingo.

Por entonces el viento del sudeste logro generar una mezcla de masas de aire, dejando un domingo veraniego, pero que moderó temporariamente la ola de calor. En esas veinticuatro horas, se vio mayor tránsito de nubosidad y, como podemos observar en el mapa, se gestaron algunas tormentas en los departamentos del norte provincia, con algunas lluvias menores que decantaron hacia el noreste, sin que se observen precipitaciones en el resto de la provincia.

Desde el comienzo mismo de la semana la circulación del norte redobló su protagonismo. La fuente de esta masa de aire se ubicaba en la zona central del Chaco paraguayo, desde donde es muy difícil espera que el transporte de humedad se significativo, aunque si las temperaturas se emparejan hacia arriba. Se han sucedido noches que cumplen a raja tabla la definición de ola de calor, con temperaturas mínimas que en muchos sectores quedaron largamente por encima de los 25ºC durante las últimas jornadas.

Se espera que esta sea la última jornada de rigor extremo de las temperaturas. La actividad aumentada con lluvias y mayor mezcla de aire que ya afecta el noroeste de BA, comenzará a trepar hacia las provincias del centro durante el viernes. Por lo pronto, lo más importante será un progresivo alivio térmico. Las lluvias llegarían más bien el sábado, por lo pronto modestas. Desde el lunes el patrón pluvial puede ser más generoso.

 

Estado de reservas 

Con la transición intermensual y la primera semana de febrero ya transitadas, llevamos casi tres semanas donde la oferta de agua ha sido nula. Obviamente esto debe reflejarse a campo en un retroceso generalizado de las reservas. La solución del modelo de balance hídrico calculado a las 9hs de ayer se muestra en el mapa.

Algunas zonas del sur aún resisten sin caer en sequía, pero estamos lejos de poder decir que el presente escenario es inocuo para el estado de los cultivos. Posiblemente entre las lluvias acopiadas a mediados de mes y las temperaturas más benévolas que se mantuvieron hasta el comienzo de la última semana de enero, se haya logrado mayor eficiencia a la hora de conservar la humedad. No obstante es muy difícil transitar sin lluvias tres semanas en esta época del año, sin generar una contraparte negativa para el progreso de los cultivos.

La situación es mejor que la de años anteriores, pero es perentorio que se validen los pronósticos que muestran la finalización de la ola de calor, que los cultivos encuentren el descanso térmico nocturno y que al menos de manera modesta, comiencen a llegar algunos auxilios pluviales.

En particular sobre este cambio de patrón meteorológico, hay que tener un poco de paciencia con los volúmenes pluviales. Posiblemente entre viernes y sábado, los totales no sean demasiado generosos y lo que más se note es la mezcla de masas de aire y un progresivo alivio en las temperaturas. Las expectativas para recibir lluvias de mayor peso llegan para el lunes.

Posiblemente entre lunes y martes tengamos un evento de gran cobertura y con milimetrajes acordes a la demanda de los cultivos en gran parte de la provincia. Para cuantificar la demanda de agua a gran escala en el territorio provincial, el piso de lluvias necesario para que las reservas recuperen niveles adecuados ronda los ochenta milímetros. Es prematuro asegurar que esta demanda será satisfecha, pero el cambio se está configurando.

Impacto negativo de la primer semana de febrero

La primera semana de febrero se caracterizó por el aumento gradual de la temperatura, lo cual asociado a la ausencia de precipitaciones desde mediados de enero ha generado un escenario de estrés para los cultivos en Entre Ríos.

La Figura 1 presentan las máximas temperaturas detectadas por el satélite MODIS para la región pampeana, donde se destaca que la mayor parte del área registró marcas que se posicionaron por encima de los 36°C.

Temperaturas máximas detectadas en la región pampeana del 1 al 7 de febrero del 2024. Satélite MODIS.

Por otra parte, en la Figura 2 se muestra la evolución de la temperatura en el promedio de la red de centrales meteorológicas de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.

La temperatura máxima se posicionó entre los 34°C hasta casi 40°C. Mientras que, la temperatura mínima osciló entre 19,5°C a 24,5°C.

Este escenario adverso ha impactado más fuertemente en los cultivos implantados sobre los rastrojos de trigo, fundamentalmente soja y maíz de segunda. En el caso de la oleaginosa se observan pérdidas de las hojas basales y en el cereal el típico acartuchado de las hojas.

Para los próximos días, los pronósticos notifican sobre el retorno de las lluvias y un retroceso de la temperatura, de concretarse las salidas de los modelos, se espera una recuperación de gran parte del área afectada.

 

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