La producción de cultivos estivales del ciclo 2022/23 se ha caracterizado por un escenario de mínimas precipitaciones y marcas térmicas con valores extremos. Actualmente, la situación que atraviesa la provincia es crítica y en el corto plazo los pronósticos no muestran señales de cambio.
En la Figura 1 se muestra el promedio de la precipitación de los meses de noviembre a febrero desde el ciclo 2004/05 al 2022/23.
Cabe destacar que, el ciclo 2022/23 es el único donde la lluvia promedio provincial desde noviembre a febrero se ubicó por debajo del promedio histórico, con el agravante de que en ningún caso se logró superar la barrera de los 60mm.
Por otra parte, es clave destacar que desde fines del verano a inicios del otoño se genera la recarga del perfil edáfico (la cual es utilizada por los cultivos invernales del próximo ciclo). Si bien todavía existe un plazo considerable para que se produzca este cambio en las reservas entre marzo y abril, lo que ha dejado el mes de febrero comienza a generar un poco de nerviosismo.
Un párrafo aparte merece el análisis de los registros térmicos
La Figura 2 muestra el comportamiento del promedio de la temperatura mínima y máxima para la provincia de Entre Ríos obtenido de la red de centrales meteorológicas de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos versus el promedio mensual de los registros históricos desde 1980 – 2020 (fuente: Climate Engine).
El promedio de la temperatura máxima en todos los meses fue superior al promedio histórico:
– Promedio noviembre 27,1°C versus noviembre 2022 31°C, variación 3,9°C;
– Promedio diciembre 29,6°C versus diciembre 2022 34,1°C, variación 4,5°C;
– Promedio enero 31,1°C versus enero 2022 36,4°C, variación 5,3°C;
– Promedio febrero 29,5°C versus febrero 2022 33,4°C, variación 3,9°C.
Con respecto a la temperatura mínima, se destaca la abrupta disminución que se registró entre el viernes 17 al lunes 20 de febrero, donde los valores se posicionaron entre 6,7 a 11°C. La amplitud térmica de la temperatura mínima de febrero fue de 17,5°C, el valor máximo de temperatura mínima fue de 24,2°C el domingo 12, mientras que la marca mínima fue de 6,7°C el sábado 18.
Figura 2: Comportamiento del promedio diario de la temperatura máxima y mínima en la provincia de Entre Ríos del 01/Nov al 28/Feb del 2023.
El impacto de las escasas precipitaciones puede observarse por medio de la anomalía del NDVI (Índice de vegetación de diferencia normalizada) proveniente del satélite MODIS. El NDVI es un producto que permite detectar actividad fotosintética y la anomalía es el desvío entre el valor de píxel NDVI, que para este caso se analizó del 1 al 15 febrero del 2023 versus el promedio de esa quincena en el periodo (2005 – 2022).
Las tonalidades rojizas denotan una actividad fotosintética muy inferior a la normal en casi todo el territorio de la provincia de Entre Ríos (en el estudio se exceptuó la zona del pre delta).
Figura 3: Anomalía del NDVI del 1 al 15 Feb/2023 versus el promedio del 2005 al 2022 para la zona agropecuaria de Entre Ríos.
Estado de reservas al 1°de marzo
Según el SIBER, el balance hídrico replica condiciones similares a las de las semanas previas. “Algunas zonas del sudoeste manteniéndose algo más aliviadas y el chaparrón en la zona de influencia de Villa Elisa en el sur de Colón, que logró quebrar temporariamente la seca. Estos quiebres temporarios se habían dado también sobre Concordia, pero no se sostienen. Como vemos solo hacia el sudoeste provincial, con lluvias acumuladas en el mes con piso en setenta milímetros se aprecia alguna mejora sostenible. Sin embargo, estas áreas relativamente mejoradas no escapan a otro cierre mensual con el régimen pluvial por debajo de los valores normales”señalaron.
“Las expectativas puestas en una mejora en la oferta de agua para el mes de febrero, han quedado lejos de concretarse. El patrón seco dominó ampliamente la región productiva de todo el este del país, con excepciones que sin llegar a transformarse en una condición normal representaron una mejora, nuestro sudoeste provincial por ejemplo. El sudeste de BA, fue la única zona representativa en términos productivos, donde las lluvias lograron alcanzar en forma relativamente homogénea los valores estadísticos de precipitaciones. También el chaco salteño recibió buenas lluvias, tanto como el centro norte de Misiones”, dijo el SIBER.
“Atendiendo la escasa recuperación pluvial de febrero, en la zona núcleo, está claro que la producción de gran escala se encamina a guarismos muy recortados, tanto en maíz como en soja”.
“De cara al desarrollo del mes de marzo, vemos que los pronósticos ofrecen poco en estos primeros diez días del mes. Como siempre mencionamos estas situaciones no se resuelven con el primer evento de gran escala. Debe aparecer la recurrencia de los sistemas precipitantes, al menos tres eventos al cabo de dos semanas. Mientras no veamos reaparecer esa condición pluvial, no habremos entrado en una recuperación que valga la pena describir como el inicio de la salida de la sequía. Por lo pronto aparecen buenas perspectivas para la zona central del norte del país”, estimaron.
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