No obstante, otras herramientas que lanzó CONINAGRO, como el semáforo de economías regionales o el flamante Índice de Competitividad, dan resultados negativos. Frente a esto, nos preocupa que la realidad es dura para muchas familias argentinas, aunque el reconocimiento de la situación es un simple indicio que podría significar un camino hacia la solución.
Reconocemos que las Pymes ocupan un lugar central en la política del gobierno y así fue citado, como motor de la economía. Pero nada se ha dicho acerca de la presión fiscal y la crisis financiera que impide el desahogo de las pequeñas y medianas empresas, y donde el ciudadano está desprotegido.
Como dato positivo, y al que nos sumamos con trabajo y producción desde cada una de nuestras cooperativas, destacamos que la apertura al mundo ha sido una señal auspiciosa.
Con este marco, CONINAGRO apoya los gestos y acciones que apuntan a consolidar una Argentina de más trabajo y menor pobreza, aunque recuerda que aún hay mucha gente que sufre y que la política tiene mucho que hacer al respecto.
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