La superficie sembrada con este cultivo en la provincia alcanza las 378.900 hectáreas, de las cuales el 95 % presenta una condición buena o muy buena.
El estado fenológico del cultivo varía de acuerdo con la fecha de siembra. Las siembras realizadas a fines de octubre se encuentran en floración, mientras que las que se llevaron a cabo en los meses de agosto y septiembre se encuentran en la etapa de grano dentado, donde el grano pierde humedad.
Las condiciones climáticas han sido favorables para el desarrollo del cultivo, con frecuentes precipitaciones y noches frescas. Esto ha permitido que las plantas se desarrollen de forma adecuada.
En cuanto al estado sanitario, en líneas generales es positivo, aunque se han identificado casos de tizón en algunos sitios.
Sin embargo, en los lotes que se encuentran en floración, período crítico para el desarrollo del maíz, se evidencia un déficit hídrico en las plantas. Es crucial que se registren lluvias, fundamentalmente en las zonas oeste y sur de la provincia, para preservar el potencial de rendimiento de los cultivos y evitar pérdidas.
Según los colaboradores del SIBER, se proyecta que a mediados del mes de febrero se inicie la cosecha de los primeros lotes.
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