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Dos experiencias entrerrianas de extensión universitaria se presentaron en las 3ras Jornadas de Agricultura Familiar en La Plata.

Ambas iniciativas están vinculadas con el sector de la agricultura familiar, específicamente con productores tamberos-queseros de los departamentos Tala y Nogoyá, y tienen en común la búsqueda en mejorar la calidad de la leche, y las condiciones de producción. Los objetivos del encuentro, realizado en la Facultad de Veterinarias, fueron subrayar la importancia de la agricultura familiar en la producción de alimentos, analizar su identidad e historia, fortalecer su visibilidad tanto desde la organización de los productores, como desde la orientación de las políticas públicas hacia el sector.

Una de las experiencias que se presentó es un proyecto de extensión que supuso una articulación institucional entre la Universidad y el Estado. En ese sentido, participaron de la experiencia la Subsecretaría de Agricultura Familiar de la Nación, a cargo de Rubén Belegoti, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuario (INTA), el Ministerio de Producción a través de la Dirección de Ganadería y la Facultad de Ciencias Agropecuarias (FCA) de la UNER.

Bajo la denominación, “Producción de leche de calidad como responsabilidad ética del sector primario en pos de aportar una materia prima inocua y de valor nutritivo a la cadena de valor de la lechería entrerriana”, el proyecto a través de talleres, charlas y toma de muestras, intentó interactuar con pequeños productores tamberos para lograr el empoderamiento del concepto de calidad de leche. En tanto, la otra iniciativa “Fortaleciendo a pequeños y medianos productores de queso artesanal en la provincia de Entre Ríos”, fue realizada por la cátedra Bovinos de la FCA junto a la Agencia de Extensión Hernandarias del INTA. Contribuir a que pequeños y medianos productores mejoren el volumen y la calidad en sus productos, incorporando técnicas apropiadas de manejo del sistema de producción de leche y tecnología de elaboración, y lograr una adecuación edilicia y tecnológica a las exigencias bromatológicas actuales posibilitando la inscripción reglamentaria para comercializar su producción en un mercado formal, fueron los fines que se plantearon.

Durante la ponencia de las dos experiencias se hizo una reseña de la Resolución 026/10, del Instituto de Control de Alimentación y Bromatología (ICAB). Esta resolución promulgada en diciembre de 2010, ha flexibilizado los requerimientos de los espacios edilicios normados originalmente por el Código Alimentario Argentino (CAA) para las grandes industrias lácteas, manteniendo el margen de seguridad bromatológica. Lo que ha contribuido en mejorar las posibilidades de los productores tamberos-queseros posibilitando su inscripción y posterior comercialización.

Por otro lado, durante la exposición de Roberta Sanmartino del Instituto nacional de Alimentos (ANMAT) del Ministerio de Salud de la Nación, donde se abordaron aspectos bromatológicos para el control de la elaboración artesanal de alimentos, también se resaltó la aprobación de esta normativa en Entre Ríos que intenta incluir, reconocer y apoyar iniciativas productivas, económicas y culturales que se dan a nivel local y regional.
Espacio de conocimiento

Las Jornadas son organizadas en forma conjunta por la Facultad de Ciencias Veterinarias y la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la UNLP y suponen la construcción colectiva de conocimiento. En ese sentido las más de 30 experiencias narradas no son sólo objeto de estudio, sino interpeladores de prácticas, interlocutoras y creadoras de espacios para acompañar y fortalecer desde distintas profesiones al sector productivo.

Por otro lado, durante los dos días de trabajo se organizaron en forma paralela una feria de productos, una muestra fotográfica y de tecnologías apropiadas, se realizó una ceremonia de agradecimiento a la madre tierra y se presentaron dos paneles: “Agricultura Familiar: políticas y sujetos” y “Desafíos y propuestas hacia la construcción de una nueva institucionalidad de la AF”.

A nivel general, en el primer panel se abordó la situación del sector frente al avance del agronegocio, y la necesidad de comenzar a repensar la agricultura familiar como una alternativa genuina. Por otro lado, se enfatizó en la necesidad de poner en agenda la cuestión rural.

En tanto, en el segundo panel, se presentaron tres ponencias. Una de ellas sobre la reapertura de un frigorífico municipal para la agricultura familiar en Tapalqué, provincia de Buenos Aires. La segunda fue la de ANMAT donde además de haberse resaltado la importancia del avance legislativo en Entre Ríos, la ponencia partió de un video del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia, donde un microemprendedor cuenta cómo inició su actividad y la importancia de haber obtenido la habilitación correspondiente. La tercera conferencia fue de la Subsecretaría de Economía Social y Desarrollo Territorial Comunitario de Mar del Plata sobre Ordenamiento Territorial y Franjas de No fumigación. Esta última fue muy significativa porque abrió paso a uno de los conceptos que se abordó durante las jornadas, la transición agroecológica. Específicamente los panelistas narraron la historia de una resolución que prohibió las fumigaciones con agroquímicos dentro del radio de 1000 metros a partir del límite de las plantas urbanas a núcleos poblacionales, que fue votado por unanimidad pero que luego fue imposible reglamentar, en tanto en Mar del Plata el cordón fruti-hortícola se encuentra dentro del límite que se había establecido. A raíz de los conflictos y de la intervención del INTA y el Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la pequeña Agrcultura Familiar (IPAF) se creó el Programa de Desarrollo Sustentable y se comenzó a discutir el modo de producción.

 Transición agroecológica

Este concepto parte de que el sistema productivo actualmente impuesto no satisface las necesidades del sector de la agricultura familiar. En ese sentido, se plantean nuevas estrategias que estimulan prácticas que reducen o eliminan el uso de insumos químicos contaminantes, disminuyen la dependencia de insumos externos y promueven el consumo de alimentos sanos para la población. Este nuevo enfoque parte de la capacidad de observar el sistema como la interacción entre el suelo y la agrobiodiversidad y las prácticas que los productores realizan.

Fuente :Área de Comunicación
Subsecretaría de Agricultura Familiar – Delegación Entre Ríos
Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación

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