La madre de los hijos de Zebedeo se acercó a Jesús, junto con sus hijos, y se postró ante él para pedirle algo.
“¿Qué quieres?”, le preguntó Jesús. Ella le dijo: “Manda que mis dos hijos se sienten en tu Reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda”.
“No saben lo que piden”, respondió Jesús. “¿Pueden beber el cáliz que yo beberé?”. “Podemos”, le respondieron.
“Está bien, les dijo Jesús, ustedes beberán mi cáliz. En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes se los ha destinado mi Padre”.
Al oír esto, los otros diez se indignaron contra los dos hermanos.
Pero Jesús los llamó y les dijo: “Ustedes saben que los jefes de las naciones dominan sobre ellas y los poderosos les hacen sentir su autoridad.
Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes;
y el que quiera ser el primero que se haga su esclavo: como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud”.
Amén y ¡ adelante !
Hoy es fiesta de Santa Valentina, defensora de la mujer cristiana
Según Eusebio de Cesarea, cuando habla sobre los mártires de Palestina, narra que a los inicios del cristianismo el gobernador Firmiliano mandó torturar a un gran grupo de cristianos egipcios que habían sido deportados a Palestina.
A ellos se les unieron algunos cristianos de la zona y un grupo procedente de Gaza, que fueron capturados mientras celebraban la liturgia.
“Una cristiana, mujer según el cuerpo, pero viril por su valentía y coraje, se encaró con el tirano por lo que fue flagelada, sometida al tormento del potro y le rompieron las costillas”, cuenta Eusebio. A aquella se le atribuyó el nombre de Ennata, o Thea, según algunas versiones.
Mientras Thea era torturada, otra mujer, llamada Valentina (la valiente), no soportó el atroz espectáculo y se adelantó hasta el gobernador para gritarle: “¿Por qué tratas con tanta crueldad a esta mi hermana? ¿Me quieres torturar a mí igual que a esta joven?”
De inmediato la empujaron hasta el altar para forzarla a ofrecer sacrificios a los dioses paganos, pero como pateó el brasero, entonces la arrojaron y la quemaron con las brasas que se esparcieron en el suelo.
Posteriormente ambas fueron torturadas y quemadas vivas. Se dice que Thea provenía de Gaza, pero que Valentina era de Cesarea y una mujer muy conocida.
Era el 25 de julio del 308 de nuestra era.
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