Dios en la Tierra

Hoy celebramos la fiesta de San Gregorio Magno, el primer monje elegido Papa

Lunes de la vigésima segunda semana del tiempo ordinario. El santoral recuerda a San Gregorio Magno I- Comentario del día : Faustino de Roma “A Jesús de Nazaret, Dios lo ungió con la fuerza del Espíritu Santo!” (Hch 10,38) Evangelio según San Lucas 4,16-30.

Jesús fue a Nazaret, donde se había criado; el sábado entró como de costumbre en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura.

Le presentaron el libro del profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. El me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidosy proclamar un año de gracia del Señor.

Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él.

Entonces comenzó a decirles: “Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír”.

Todos daban testimonio a favor de él y estaban llenos de admiración por las palabras de gracia que salían de su boca.

Y decían: “¿No es este el hijo de José?”.

Pero él les respondió: “Sin duda ustedes me citarán el refrán: ‘Médico, cúrate a ti mismo’. Realiza también aquí, en tu patria, todo lo que hemos oído que sucedió en Cafarnaún”.

Después agregó: “Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra.

Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, cuando durante tres años y seis meses no hubo lluvia del cielo y el hambre azotó a todo el país.

Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país de Sidón.

También había muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, el sirio”.

Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo.

Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino.

Amén y ¡ adelante !

Hoy celebramos la fiesta de San Gregorio Magno, el primer monje elegido Papa

Hoy 3 de septiembre la Iglesia Católica celebra a San Gregorio Magno, quien solía decir que “Donde el amor existe se obran grandes cosas”. Fue el primer monje en llegar a ser Papa y hoy es Doctor de la Iglesia.

Nació en Roma en el 540 en una familia de la que había salido dos Papas: Félix III (483-492), su tatarabuelo, y Agapito (535-536). Siendo joven ingresó a la carrera administrativa, la cual dejó para ser monje, transformando la casa de la familia en el monasterio de San Andrés en el Cielo.

Más adelante, el Papa Pelagio lo nombra diácono y lo envía a Constantinopla como Nuncio Apostólico. Luego es llamado a Roma como secretario del Pontífice. Allí vivió años difíciles con desastres naturales, carestías y la peste, de la cual fue víctima el Papa Pelagio II.

El clero, pueblo y senado lo eligieron como Papa y se preocupó por la conversión de los pueblos jóvenes y de la nueva organización civil de Europa. Quería entablar relaciones de fraternidad con todos para anunciarles la palabra de salvación.

El Papa Benedicto XVI, en su audiencia general del 28 de mayo del 2008, refiriéndose a él, dijo:

“En un tiempo desastroso, más aún, desesperado, supo crear paz y dar esperanza. Este hombre de Dios nos muestra dónde están las verdaderas fuentes de la paz y de dónde viene la verdadera esperanza; así se convierte en guía también para nosotros hoy”.

 

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