Desde la Cámara Arbitral de Cereales de Entre Ríos (CACER) destacaron que la ventaja de hacer la prueba antes de la siembra, permitirá tener conocimientos de los micro y macro nutrientes que los suelos disponen y así evitar costos adicionales en fertilizaciones inadecuadas.
“Para que el resultado de la prueba sea de utilidad, es fundamental realizar un correcto muestreo de suelos, el cual debe representar el campo entero, si no es uniforme cada parcela debe ser incluida en una sola muestra. Se recomienda utilizar una barrena o una pala recta, extraer pequeñas cantidades y del mismo espesor, evitar zonas cercas a alambrados, orillas del lote o sectores donde no se va a cultivar”, indicaron los profesionales de la institución entrerriana.
También destacaron que “la incidencia económica del análisis es muy baja y brinda información estratégica, ya que un buen diagnóstico puede modificar el costo del uso de fertilizantes y optimizar el rendimiento del cultivo”.
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