Agricultura Destacada

“Las lluvias son un poco tardías, pero igualmente son benéficas para los cultivos”, afirmó el SIBER

Las lluvias que se registraron hoy en diferentes zonas de Entre Ríos, y que se espera continúen todo el fin de semana largo, "cesan el deterioro pero no recuperan" la situación agrícola y el estrés hídrico del suelo entrerriano afectado por la sequía histórica, advirtió hoy el Sistema de Información Agrícola de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.

Durante lo que va del mes de febrero las precipitaciones sobre el territorio provincial han sido escasas. Como puede observarse en el mapa, los primeros veinte días del mes dejaron magros aportes pluviales, salvando algunas áreas en el departamento Victoria y las vecindades de Gualeguay donde fueron algo más generosas, aunque igualmente insuficientes. Los técnicos del SIBER recordaron que casi todas las semanas hubo momentos de inestabilidad, aproximadamente cada siete días se dieron algunas precipitaciones, pero en todos los casos, predominaron los eventos con acumulados modestos, algo que parece haber comenzado a revertirse en esta última parte de febrero. “Las lluvias que se están observando hoy en gran parte de la provincia, con mejoramientos temporarios durante mañana, tendrán continuidad durante el fin de semana, incluso podrían extenderse hasta los primeros días de la próxima semana”, anticiparon.

El mes de febrero se ha mantenido con temperaturas moderadas. “Con la zona de alta presión posicionada sobre el océano pero frente a las costas bonaerenses, ha predominado el viento del este o del sudeste, una circulación atípica para la época del año. Esto modera el régimen térmico pero también impide la presencia de masas de aire húmedo de buen potencial pluvial. Los sistemas frontales avanzaron semanalmente, no estuvieron bloqueados, sin embargo, la disponibilidad de humedad era baja y en consecuencia la eficiencia de los sistemas precipitantes se vio muy resentida. Claramente como consuelo de la mala performance pluvial debe considerarse que el comportamiento térmico estuvo muy lejos de volver a lo vivido en la primera parte de enero”, señaló el SIBER.

Las lluvias que se están concretando actualmente se verán reflejadas en los mapas que la institución entrerriana publicará la próxima semana junto a las que presuntamente llegarán durante los últimos días del mes. Según el SIBER esta transición húmeda hacia el mes de marzo es un poco tardía, pero igualmente son benéficas para el estado de los cultivos.

Estado de reservas al 24 de febrero

A medida que fueron transcurriendo las semanas del mes de febrero, la demanda de las coberturas exigieron las reservas sin que hubiera una suficiente reposición a través de las precipitaciones. En consecuencia, la estrechez de humedad predominaba en forma generalizada en el territorio entrerriano para la mañana de ayer. Esta situación se está modificando por estas horas.

“Recordamos que en el balance hídrico se simula una pastura con consumo constante a lo largo de todo el año. En consecuencia, el balance no tiene en cuenta los manejos agronómicos que sin duda tienen un impacto positivo. Es decir, en circunstancias extremas como las de esta campaña, el escenario que plantea el mapa es un escenario de mínima disponibilidad de humedad, pudiendo haber diferenciales positivos que definen una situación con bastantes más matices. De todas maneras, es reconocible que el panorama está lejos de ser el adecuado”, aclararon.

Además indicaron que “seguramente en muchos sectores, sobre todo la soja, no transitó el mes de febrero en sequia plena, sin embargo la condición de humedad que vino acompañando su floración ha sido ajustada, seguramente con tendencia a forzar recortes en los rendimientos. El beneficio de las precipitaciones con que cierra el mes de febrero, posiblemente quede más ligado a un cese en el deterioro del estado de las sementeras, más que a una recuperación de los cuadros”.

Según el SIBER “como se viene proyectando la transición hacia el mes de marzo, el comportamiento de las precipitaciones parece marcar una tendencia hacia un escenario más cercano al normal. Por cierto lo que hay que recuperar es mucho, pero de validarse un panorama más húmedo para las próximas semanas, ya podríamos confirmar una menor incidencia del fenómeno La Niña” y agregaron que “independientemente del impacto negativo que tuvo el fenómeno La Niña en las precipitaciones, el despliegue de las temperaturas extremas de finales de diciembre y la primera parte de enero será un factor determinante en los resultados finales”.

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