Dios en la Tierra

Hoy es la fiesta de Santa Cecilia, patrona de los músicos

22 de noviembre . Lunes de la trigésimo cuarta semana del Tiempo Ordinario. Compartimos la 1ra lectura, Salmo y Evangelio de hoy.

Libro de Daniel 1,1-6.8-20.

El tercer año del reinado de Joaquím, rey de Judá, llegó a Jerusalén Nabucodonosor, rey de Babilonia, y la sitió.
El Señor entregó en sus manos a Joaquím, rey de Judá, y una parte de los objetos de la Casa de Dios. Nabucodonosor los llevó al país de Senaar, y depositó los objetos en el tesoro de su dios.
El rey ordenó a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que seleccionara entre los israelitas de estirpe real o de familia noble,
a algunos jóvenes sin ningún defecto físico, de buena presencia, versados en toda clase de sabiduría, dotados de conocimiento, inteligentes y aptos para servir en el palacio del rey, a fin de que se los instruyera en la literatura y en la lengua de los caldeos.
El rey les asignó para cada día una porción de sus propios manjares y del vino que él bebía. Ellos debían ser educados durante tres años, y al cabo de esos años se pondrían al servicio del rey.
Entre ellos se encontraban Daniel, Ananías, Misael y Azarias, que eran judíos.
Daniel estaba decidido a no contaminarse con los manjares del rey y con el vino que él bebía, y rogó al jefe de los eunucos que no lo obligara a contaminarse.
Dios hizo que él se ganara el afecto y la simpatía del jefe de los eunucos.
Pero este dijo a Daniel: “Yo temo a mi señor el rey, que les ha asignado la comida y la bebida; si él llega a ver el rostro de ustedes más demacrado que el de los jóvenes de su misma edad, ustedes harían peligrar mi cabeza delante del rey”.
Daniel dijo al guardia a quien el jefe de los eunucos había confiado el cuidado de Daniel, Ananías, Misael y Azarías:
“Por favor, pon a prueba a tus servidores durante diez días; que nos den legumbres para comer y agua para beber;
compara luego nuestros rostros con el de los jóvenes que comen los manjares del rey, y actúa con tus servidores conforme a lo que veas”.
El aceptó la propuesta, y los puso a prueba durante diez días.
Al cabo de esos días, se vio que ellos tenían mejor semblante y estaban más rozagantes que todos los jóvenes que comían los manjares del rey.
Desde entonces, el guardia les retiró los manjares y el vino que debían tomar, y les dio legumbres.
Dios concedió a estos cuatro jóvenes ciencia e inteligencia en todo lo referente a la literatura y la sabiduría, y Daniel podía entender visiones y sueños de toda índole.
Al cabo de los días que el rey había fijado para que le fueran presentados los jóvenes, el jefe de los eunucos los llevó ante Nabucodonosor.
El rey conversó con ellos, y entre todos no se encontró ningún otro como Daniel, Ananías, Misael y Azarías. Ellos permanecieron al servicio del rey,
y en todo lo que el rey les preguntó sobre cuestiones de sabiduría y discernimiento, los encontró diez veces superiores a todos los magos y adivinos que había en todo su reino.

Libro de Daniel 3,52.53.54.55.56.

Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres.
Alabado y exaltado eternamente.
Bendito seas en el Templo de tu santa gloria.
Aclamado y glorificado eternamente por encima de todo.

Bendito seas en el trono de tu reino.
Aclamado por encima de todo y exaltado eternamente.
Bendito seas Tú, que sondeas los abismos
y te sientas sobre los querubines.

Alabado y exaltado eternamente por encima de todo.
Bendito seas en el firmamento del cielo.
Aclamado y glorificado eternamente.

Evangelio según San Lucas 21,1-4.

Levantando los ojos, Jesús vio a unos ricos que ponían sus ofrendas en el tesoro del Templo.
Vio también a una viuda de condición muy humilde, que ponía dos pequeñas monedas de cobre,
y dijo: “Les aseguro que esta pobre viuda ha dado más que nadie.
Porque todos los demás dieron como ofrenda algo de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que tenía para vivir.”

Hoy es la fiesta de Santa Cecilia, patrona de los músicos

Hoy, 22 de noviembre, celebramos a Santa Cecilia, Virgen y Mártir. En su honor fue construida una basílica en Roma en el siglo V y su culto se ha extendido muchísimo en virtud al relato de su martirio, por el que es reconocida como modelo de mujer cristiana. Santa Cecilia es patrona de los músicos y poetas. Es representada generalmente tocando un instrumento musical o cantando.

Se desconoce el año exacto de su nacimiento, pero se cree que vivió entre finales del siglo II e inicios del siglo III. Cecilia nació en el seno de una familia noble convertida al cristianismo.

La tradición cuenta que Cecilia ofreció su virginidad al Señor, como era habitual entre muchas mujeres cristianas de los primeros siglos; sin embargo, su padre deseaba casarla. Así, contra su voluntad, fue entregada en matrimonio con Valeriano, un joven pagano. El día en que se celebraron las nupcias, con la tristeza por no poder consagrar su vida a Cristo, Cecilia pidió paz y fortaleza al Señor, por eso, mientras los músicos tocaban, empezó a alabar con cantos a Dios en su corazón.

La noche de bodas, Cecilia le dijo a Valeriano: “Tengo que comunicarte un secreto. Has de saber que un ángel del Señor vela por mí. Si me tocas como si fuera yo tu esposa, el ángel se enfurecerá y tú sufrirás las consecuencias; en cambio si me respetas, el ángel te amará como me ama a mí”.

El esposo le pidió que si le mostraba al ángel, él haría lo que ella pidiera. Cecilia le contestó que si él creía en el Dios vivo y verdadero y recibía el bautismo, entonces vería al ángel. Valeriano, entonces, fue a buscar al obispo de Roma, el Papa Urbano I, quien lo instruyó en la fe y lo bautizó. Tiempo después, el ángel se le apareció a ambos y les puso una guirnalda de rosas y lirios sobre la cabeza como símbolo de su unión espiritual. El hermano de Valeriano, Tiburcio, contagiado de la alegría de los jóvenes esposos, se acercó a ellos y también se hizo cristiano.

Lamentablemente, la persecución alcanzaría a Valeriano y Tiburcio, quienes murieron martirizados por órdenes del prefecto Turcio Almaquio. Máximo, funcionario del prefecto, fue designado para ejecutar la sentencia, pero se negó a cumplirla porque también se había convertido al cristianismo. El prefecto entonces ordenó que fuera ejecutado junto a los hermanos. Cecilia recogió los restos de los tres hombres y los enterró en una tumba cristiana.

No pasaría mucho tiempo para que Cecilia también fuese víctima de la persecución y sea condenada a muerte. Se le ordenó rendir culto públicamente a los dioses paganos pero se negó. Por ello fue condenada a morir por ahogamiento en la fuente de baño de su propia casa. Como no pudieron matarla, hirvieron agua y la colocaron en ella, pero eso tampoco funcionó. El prefecto entonces pidió que fuese degollada. El relato da cuenta de que el verdugo dejó caer su espada tres veces sobre el cuello de la santa sin éxito. Asustado, el hombre huyó dejando a la joven virgen bañada en su propia sangre. Se dice que Cecilia vivió tres días más. El Papa Urbano I enterró su cuerpo en la catacumba del Papa Calixto I.

¿Por qué Santa Cecilia es patrona de los músicos?

El Papa Gregorio XIII, en 1594, nombró a Santa Cecilia patrona de los músicos porque había mostrado un amor especial hacia los acordes melodiosos, los que llegado el momento, le recordaron la belleza de la creación y le ayudaron a elevar el alma a Dios. Cecilia poseía un espíritu sensible y apasionado por la música, por lo que su nombre ha quedado atado a este arte para siempre.

En marzo de 2014, el Papa Francisco se refirió a los mártires de los primeros tiempos cristianos que, como Santa Cecilia, “llevaban siempre con ellos el Evangelio: ellos llevaban el Evangelio; ella, Cecilia, llevaba el Evangelio. Porque precisamente nuestro primer alimento es la Palabra de Jesús, lo que nutre nuestra fe”.

En Trastévere, Roma, se edificó la Basílica de Santa Cecilia en el siglo V. Allí actualmente se encuentra la famosa estatua de tamaño natural del escultor Stafano Maderno, que muestra a la santa como si estuviera dormida, recostada del lado derecho.

Fuente: ACI

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